Con una postura firme contra las subas en patentes, bienes inmobiliarios urbanos, edificados y tierra rural, Espert asegura: "Yo no los voy a pagar".
Este desafío surge en respuesta a las declaraciones del ministro de Desarrollo de la provincia, Andrés Larroque, quien justificó el incremento impositivo debido a un "contexto muy difícil" y un recorte de giros nacionales, argumentando que el ajuste se quedó atrás de la inflación.
La Ley Impositiva 2024, aprobada en la Legislatura, autoriza aumentos de hasta 200% en el gravamen impositivo y hasta 170% en el automotor. Espert critica duramente esta decisión, comparando la gestión de Kicillof con un "vampiro en un banco de sangre" y cuestiona el destino de los fondos recaudados.
El diputado, reconocido por su estilo confrontativo y ahora aliado del presidente Javier Milei, insta a una "rebelión fiscal con sentido común", argumentando que no pagar estos aumentos es la única defensa que tienen los contribuyentes ante un gobierno que no brinda mejoras significativas en la calidad de vida.
Espert también desafía al gobernador a eliminar el aumento complementario introducido por el exgobernador Daniel Scioli, indicando que los productores agropecuarios, entre otros contribuyentes, no deberían cargar con estos incrementos sin recibir nada a cambio.
Pese a reconocer que la provincia debería recibir más coparticipación, Espert tilda a Kicillof de "desastre como gobernador", criticando su manejo de los recursos y su incapacidad para mejorar la infraestructura y los servicios públicos, evidenciado en las recientes inundaciones en La Matanza y Lanús.
Este llamado a la rebelión fiscal marca un punto de tensión en la política impositiva de Buenos Aires, subrayando el creciente descontento con los aumentos de impuestos y el debate sobre la justa distribución de fondos y servicios a los ciudadanos de la provincia.