Opinion

¿Es viable un Tratado de Libre Comercio entre Argentina y Estados Unidos?

Las oportunidades y desafíos de una negociación compleja

9 Mar 2025

 Desde nuestra redacción analizamos los obstáculos y ventajas de un posible acuerdo comercial con EE.UU., en un contexto marcado por la guerra comercial y la falta de dinamismo del Mercosur.

En un contexto de creciente tensión comercial global y con la expectativa generada por el acercamiento entre Donald Trump y Javier Milei, surge una pregunta clave: ¿es posible que Argentina firme un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos?

Si bien la afinidad política entre ambos presidentes podría abrir una puerta de negociación, la realidad es que alcanzar un acuerdo de este tipo implicaría sortear obstáculos políticos, legales y económicos que hacen que la negociación sea compleja y difícil.

Desde la dependencia de Argentina al Mercosur hasta los conflictos comerciales históricos entre ambos países, el camino hacia un tratado de libre comercio con Estados Unidos no parece ser sencillo ni inmediato.

Un Mercosur que limita la autonomía comercial

Uno de los primeros obstáculos que enfrenta Argentina es su adhesión al Mercosur, que impide que los países miembros negocien tratados comerciales de manera independiente sin la aprobación del bloque.

"Si Argentina quiere avanzar en un acuerdo con EE.UU., necesitará la autorización de Brasil, Paraguay y Uruguay o modificar el estatus del Mercosur", señala Bartolomé.

Este punto es clave porque, hasta ahora, el Mercosur no ha demostrado una apertura hacia acuerdos de este tipo. Ejemplo de ello fue el rechazo de Brasil y Argentina a la intención de Uruguay de negociar un TLC con China.

El Mercosur, que se ha convertido en un bloque de pocas ventajas comerciales para Argentina, ha sido señalado como un modelo obsoleto. Lejos de facilitar la integración global, en los últimos años ha limitado la capacidad del país de buscar mejores oportunidades en otros mercados.

Estructuras productivas similares y conflictos comerciales

Otro punto a considerar es la competencia directa entre Argentina y Estados Unidos en varios sectores productivos. Ambos países compiten en alimentos, acero, energía y biocombustibles, lo que ha generado tensiones comerciales en el pasado.

"Argentina ha tenido constantes conflictos con EE.UU. por barreras comerciales como los aranceles al biodiésel, restricciones a la carne, limones o investigaciones antidumping sobre miel y tubos de acero", explica Bartolomé.

Estas disputas históricas hacen prever que la negociación de un TLC no será sencilla. Si bien podría abrir mercados en algunos productos, EE.UU. difícilmente permitirá el ingreso masivo de productos argentinos sin medidas de protección para su propia industria.

Por el contrario, lo que sí es altamente probable es que Argentina deba abrir su mercado a la producción estadounidense, en especial en sectores tecnológicos y de alto valor agregado, donde la competitividad norteamericana es muy superior.

¿Cuáles serían las oportunidades para Argentina?

A pesar de los desafíos, un acuerdo con Estados Unidos podría traer algunos beneficios estratégicos.

Atracción de inversiones: EE.UU. podría garantizar inversiones en sectores como energía, minería y tecnología, otorgando mayor estabilidad a los inversores.

Mayor acceso a productos argentinos: sectores como la carne, los biocombustibles y el acero podrían beneficiarse con la reducción de barreras comerciales.

Diversificación del comercio exterior: reducir la dependencia del Mercosur podría abrir nuevas oportunidades de exportación.

Sin embargo, Argentina debe evaluar qué tan conveniente es un acuerdo de este tipo, considerando que su principal mercado está en Asia. La mayor demanda de productos argentinos proviene de China, India y el sudeste asiático, no de Estados Unidos.

¿Es viable un acuerdo con EE.UU. sin romper con el Mercosur?

Si Argentina lograra un cambio en el Mercosur que le permitiera firmar acuerdos de forma independiente, podría avanzar sin afectar los tratados previos con la Unión Europea o el propio Mercosur.

Pero el problema no es solo legal, sino estratégico. Si el país abre su mercado a Estados Unidos, Brasil podría reaccionar con medidas proteccionistas que dificultarían el comercio dentro del Mercosur, generando nuevos conflictos en la región.

El camino hacia un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos está lleno de obstáculos. No se trata solo de voluntad política, sino de superar restricciones legales, conflictos comerciales históricos y diferencias en la estructura productiva.

Si bien un acuerdo con EE.UU. podría traer beneficios en inversión y comercio, Argentina debe evaluar cuidadosamente los costos de abrir su mercado a un país con el que compite en muchos sectores clave.

El gobierno de Javier Milei tiene el desafío de reevaluar la relación con el Mercosur, mejorar la integración con Asia y analizar si un TLC con Estados Unidos es la mejor opción o si existen alternativas más beneficiosas para la economía argentina.

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