Esta mejora climática es crucial para los cultivos de la zona, donde se observa que el 60% de la soja de primera y el 90% del maíz temprano presentan condiciones excelentes a muy buenas. Este escenario contrasta significativamente con la situación del año anterior, marcada por una sequía histórica.
Comparación de Lluvias Anuales entre 2022 y 2023: Analizando las lluvias acumuladas, 2023 registró entre 700 a 900 milímetros, cifras similares a las del año 2022, que cerró con 600 a 800 milímetros. Sin embargo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señala una diferencia clave: la recomposición de las lluvias en 2023 se inició a partir de octubre, pero no alcanzó para igualar la media histórica de la región. En promedio, los volúmenes anuales fueron un 20% menores respecto a la media de los últimos 30 años, resultado de la sequía que afectó a la región hasta octubre.
Potencial Regreso de La Niña en 2024/25: Mirando hacia el futuro, los pronósticos para 2024 comienzan a indicar la posible reaparición de La Niña, fenómeno que podría alterar nuevamente la dinámica pluvial. Según la NOAA, se espera que El Niño continúe durante el invierno del hemisferio norte y transite a un estado ENSO-neutral entre abril y junio de 2024, con una probabilidad del 60%. Existe un 54% de posibilidades de que El Niño alcance una intensidad "históricamente fuerte" durante noviembre-enero, pudiendo estar entre los cinco eventos más significativos desde 1950.
Perspectivas a Corto Plazo: María de Estrada, de la Oficina de Monitoreo de Emergencias y Desastres Agropecuarios, enfatizó en una entrevista con Puesteros Radio la intensidad del actual evento climático y su influencia en las lluvias. Aunque El Niño está fomentando precipitaciones, otros fenómenos también inciden en este patrón. De cara a 2024, se prevé una disminución de El Niño y un incremento en la probabilidad de La Niña, con un 44% de chances de ocurrencia y un 40% de condiciones neutrales para el verano 2024/2025.
Este cambio climático representa un desafío importante para el sector agropecuario, que debe adaptarse a estas fluctuaciones para mantener su productividad y sostenibilidad.