El ingreso de dólares por exportación de granos y derivados pierde, a la fecha, US$ 4.500 millones.
Cuando el 2023 llegó a su fin, el agro respiraba aliviado. Las periódicas lluvias del último trimestre ponían fin a la peor sequía de la que se tuviera registro en los últimos 60 años. Dos meses después, sin embargo, no sólo la ola de calor de febrero cortó de un saque el potencial de rindes en la región, sino que la cotización internacional de los commodities sufrieron un derrotero bajista, que deja a los precios de exportación argentinos un 35% debajo de los que se registraban a la misma altura del año pasado.
Como consecuencia de ello, el Valor Agregado Bruto del Agro (VAB Agro) para el año 2024 se proyecta al mes de febrero en US$ 10.453 millones; ello es, US$ 4.700 millones por debajo de la proyección del mes de diciembre (ver informe).
En particular, soja y maíz explican el 80% de la caída en el valor estimado de la producción. Por un lado, la ola de calor de febrero ha recortado el rendimiento proyectado de los cultivos recortando la producción esperada en 4 millones de toneladas y, por el otro, la combinación de caída de precios recibidos por el productor y aumento de los costos ajustó fuertemente el valor agregado por este eslabón clave de la producción argentina.
Con estos números, si bien el VAB Agro muestra una fuerte recuperación post sequía, será el segundo valor más bajo desde la campaña 2018/19, casi un 20% por detrás del valor promedio del producto agrícola de los últimos cinco años.
Por otra parte, el gran golpe de la caída en los precios a nivel macroeconómico viene del lado del comercio exterior. Como es sabido, dos de cada tres dólares que Argentina exporta los proveen las cadenas agroalimentarias, de modo que la reversión de precios internacionales se traduce en un duro golpe para las cuentas externas.
A los precios actuales, el valor de las exportaciones de granos, aceites, harinas y otros productos derivados se proyecta hoy en US$ 31.300 para la campaña 2023/24; ello es, US$ 4.500 millones por detrás de lo proyectado en el mes de diciembre. Nuevamente, este ingreso de dólares superará al del año anterior ya que la feroz sequía deja la vara baja, pero suavizamos el resultado tomando el promedio de los últimos tres años, el valor de las exportaciones previsto para el nuevo ciclo se ubica 18% por debajo.
La caída internacional de precios de los commodities agrícolas, que desde el máximo relativo en mayo de 2022 a la fecha cayeron un 50% en el mercado de Chicago, tuvo su correlato en el precio interno de los granos. Siguiendo la cotización real de los granos, según surge de actualizar los valores Cámara por el índice CER (coeficiente de estabilización de referencia), puede observarse que, desde mediados de diciembre a la fecha, el valor en términos reales de la Pizarra Rosario ha caído, en promedio, un 35%. Soja y maíz, en particular, alcanzan los valores más bajos desde agosto de 2023.
Como correlato de la fuerte suba del nivel general de precios, y en conjunción con un "crawling peg" o nivel de ajuste mensual del tipo de cambio de referencia muy por debajo del primero, el tipo de cambio real también muestra una notable caída (apreciación del peso) desde mediados de diciembre. En términos reales, ello es, actualizando por CER el monto de pesos que deben entregarse a cambio de un dólar, el dólar "libre" (CCL) alcanza a la fecha el valor más bajo desde marzo de 2020, previo a la crisis del COVID en Argentina, en tanto que el "Dólar Agro", tomado como el tipo de cambio diferencial existente en cada momento del tiempo para las exportaciones de granos, ha perdido toda la competitividad ganada con el salto devaluatorio de diciembre de 2023, al caer a mínimos desde noviembre del año pasado.
Autores Emilce Terré - Tomás Rodríguez Zurro