La demanda, presentada el 9 de octubre en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Norte de Illinois, acusa a estas empresas de fijación de precios a lo largo de varios años.
Los demandantes alegan que, desde al menos el 1 de enero de 2015, estas empresas "explotaron su poder de mercado en un mercado altamente concentrado al conspirar para limitar el suministro de carne vacuna vendida a compradores en el mercado mayorista de EE. UU., incluyendo a los demandantes, lo que resultó en precios más altos pagados por estos últimos".
El plan supuestamente causó daños financieros al menos hasta finales de 2021. Los distribuidores sostienen que pagaron precios más altos por la carne vacuna de lo que habrían pagado en un mercado competitivo. La demanda busca reparación bajo la Ley Sherman Antimonopolio.
Estas acusaciones se suman a otras demandas previas contra las mismas cuatro empresas, que han dado lugar a acuerdos por decenas de millones de dólares y han atraído la atención del Departamento de Justicia y el Congreso.
La demanda se apoya en datos de producción de plantas de carne, fluctuaciones de precios y testimonios de dos testigos internos con conocimiento de los acuerdos de las empresas para gestionar la producción.
Los distribuidores buscan un juicio con jurado por daños no especificados y una orden judicial permanente. En agosto, se desestimaron demandas antimonopolio similares presentadas por un grupo de ganaderos, pero esta nueva acción legal mantiene la presión sobre estas empresas y el tema de la fijación de precios en la industria de la carne vacuna en Estados Unidos.