Ante mi anunciado alejamiento de la dirigencia gremial agropecuaria, deseo dejar esto escrito.
Como en muchos momentos participé, con mayor o menor responsabilidad, siempre lo hice con "todo", incluyendo errores que sin duda fueron capitalizados.
Por ello me atrevo a dejar mi visión, sólo para sumar. Creo haber sido parte de un proceso -más positivo que negativo- de las entidades (tanto las de primer, segundo o tercer grado), para que sean cada día más participativas y representativas.
En el camino de los buenos encuentros se fue llenando el vaso, que es lo que supimos conseguir con apertura, objetivos, equipos y compromisos no forzados; en especial cuando más cerca estuvimos de los productores.
CRA, sus confederaciones y cada una de sus rurales deberán llenar lo que falta del vaso, intensificando lo anunciado, pero sumando lo que más nos cuesta: "sincerar hacia adentro, muy adentro la representatividad de cada uno de nosotros".
Siempre escucho: "estamos porque nadie quiere", "nadie está", "nadie contribuye", "que duela para mejorar".
Aprovechar hoy la fortaleza de CRA, sustentándola con actores no elegidos a dedo o falsos consensos.
Necesitamos líderes fortalecidos y sostenidos por sus representados.
Pongo en duda y discusión los sistemas sucesorios; cuando una persona, sólo con un sello, ocupa un cargo excluyendo a representantes de Instituciones con activos productores que se reúnen para discutir y traer propuestas.
Animarse a la crítica constructiva, discutiendo en equipos, generando verdaderos líderes, respetados por sus valores y sus bases, es la manera en la que completaremos el vaso.
Agradeciéndoles su participación y tolerancia, me despido como el primer día, con los mismos principios de no haber ocupado una silla, sin haberlo dejado todo.
*Expresidente de la Sociedad Rural de Jesús María y exvicepresidente de CRA.
Fuente: AgroVoz