En el marco del vigésimo aniversario de Maizar, Pino destacó la importancia de este hito y la evolución que ha tenido el evento y el sector en estas dos décadas.
"Veinte años de Maizar no es poca cosa. Este aniversario nos invita a mirar hacia atrás y evaluar de dónde venimos y en qué momento nos encontramos", señaló Pino. Según el dirigente, el campo se encuentra en un momento con más certezas que incertidumbres. "Si bien los cambios macroeconómicos no avanzan al ritmo que muchos esperábamos, sobre todo después de 20 años de soportar un impuesto tan injusto como las retenciones, vemos señales positivas", explicó.
Pino destacó que la inflación ha comenzado a bajar, la brecha cambiaria se está reduciendo y comienzan a aparecer créditos productivos a tasas más razonables. "Los números del maíz, del trigo y de la soja han mejorado ligeramente tras períodos de precios bajos. La carne también muestra movimiento y hay expectativas positivas", agregó.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina también se refirió a las recientes declaraciones del presidente de la Nación sobre la eliminación de retenciones, el impuesto al cheque y el impuesto país. "El presidente anunció su compromiso de eliminar estos impuestos cuando la situación se estabilice. No importa en qué orden, lo importante es que lo hará porque está convencido de que estas medidas son necesarias", indicó Pino. Además, expresó su esperanza de que estas medidas se implementen rápidamente, beneficiando a toda la Argentina.
Pino subrayó la importancia de la búsqueda del bien común en un país con índices alarmantes de pobreza. "En momentos de dificultad, es crucial tomar un segundo para mirar a nuestro alrededor y recordar que hay una Argentina muy necesitada. Trabajamos por el bien común y seguimos adelante con ese propósito", afirmó.
El dirigente también comparó la situación del campo argentino con la de Brasil. "Brasil entiende que lo que es bueno para el campo es bueno para el país. Nosotros, en cambio, hemos pasado muchos años con gobiernos que veían al campo como un enemigo. Mientras nos peleábamos, nuestros competidores como Brasil aprovechaban las oportunidades del mercado global. Brasil, hoy el primer exportador de carne del mundo, supo aprovechar las condiciones favorables mientras nosotros nos enfrascábamos en conflictos internos", reflexionó.
Pino destacó que Brasil, a pesar de tener líderes políticos tan diferentes como Bolsonaro y Lula, mantiene un consenso sobre la importancia de la producción para el bien común del país. "Ese es el enfoque que debemos adoptar: trabajar unidos, más allá de las diferencias políticas, por el desarrollo y el bienestar de nuestra nación", concluyó.