La propuesta ya generó fuertes rechazos en gremios y exdirectivos.
El consejo directivo del INTA se reúne este jueves para votar un controvertido plan de "modernización" impulsado por el Gobierno. La propuesta incluye la venta de edificios y terrenos subutilizados, así como la eliminación de 227 puestos de trabajo ingresados el año pasado.
El consejo está compuesto por representantes de las entidades rurales de la Mesa de Enlace (CRA, Coninagro, Sociedad Rural y Federación Agraria), de las Facultades de Agronomía y Veterinaria, de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) y funcionarios del Gobierno, incluyendo a la presidenta del INTA, su vicepresidenta María Beatriz Giraudo, y un delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
La iniciativa, acelerada por el nuevo presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, incluye:
La venta de un emblemático edificio en Palermo ubicado en Avenida Cerviño y Ortiz de Campo, valuado en USD 6 millones. El inmueble cuenta con más de 3.100 m² para 140 empleados.La puesta a disposición del predio del INTA en Cerrillos, Salta.Incrementar la participación privada en las investigaciones, que actualmente es menor al 10%, con el objetivo de llegar al 30% en 2027.
Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, el INTA recibe USD 250 millones al año, de los cuales el 90% se destina al pago de sueldos, lo que limita los recursos para investigación.
"El INTA es un organismo fundamental para el desarrollo del campo argentino, pero sus objetivos se desvirtuaron con temas como cuestiones de género, los falsos mapuches y la agricultura familiar", sostuvo Adorni.
La propuesta generó fuertes críticas de los gremios y exdirectivos del organismo, quienes rechazan la venta de bienes del instituto y la reducción de personal. A pesar de las objeciones, el Gobierno avanza con la subasta del edificio de Palermo y la implementación de retiros voluntarios, iniciados durante la gestión de Javier Milei, quien ocupó la presidencia del INTA antes de Bronzovich.
Adorni confía en que el consejo directivo aprobará el plan: "Confiamos en que el INTA vuelva a cumplir los fines para los que fue creado y no los que se le dieron últimamente", afirmó.
El resultado de la votación definirá el rumbo del instituto, un organismo clave para la investigación y desarrollo en el sector agropecuario. Su futuro, ahora, queda en manos de los diez integrantes del consejo.