A través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, se dispuso "intensificar las medidas de forma urgente" ante los focos de incendio.
A través del Decreto 2/2023 , publicado en la última edición del Boletín Oficial con las firmas del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié ; del jefe de Gabinete, Juan Luis Manzur , y del presidente Alberto Fernández, se prorrogó hasta el 13 de enero de 2024 la emergencia ígnea declarada a comienzos de 2022 en todo el país.
Según se detalla en el documento, la determinación fue tomada teniendo en cuenta "la creciente cantidad de focos de incendios forestales, rurales, de pastizales y de interface en nuestro país constituye un preocupante fenómeno multicausal que demanda la adopción de medidas inmediatas".
"En 2022 estos incendios masivos y reiterados en distintas zonas críticas de la Argentina continuaron adquiriendo una dimensión alarmante y representan una grave amenaza tanto para el ambiente y sus ecosistemas como para el patrimonio, la salud y la vida de las personas", se advierte.
En ese contexto, "se considera necesario intensificar las medidas de forma urgente ", dado que "está aumentando el riesgo y la magnitud de los incendios forestales que cada vez se prolongan por más tiempo".
"La criticidad de la situación y el peligro inminente de una catástrofe ambiental, deviene necesario, imperioso y conveniente prorrogar la declaración de Emergencia Ígnea en todo el territorio nacional", se insiste en el Decreto.
Asimismo, "el cambio climático acentúa las condiciones para que se propaguen los incendios". No solo porque "la falta de precipitaciones hace que haya más material combustible en los bosques", sino también porque "las altas temperaturas y los fuertes y cambiantes vientos son condimentos que hacen realmente impredecibles" los focos.
Por otro lado, se recuerda que "las actividades de quema sin autorización expedida por las autoridades locales competentes se encuentran prohibidas".
Alerta en Corrientes, la provincia más afectada por los incendios
A mediados de diciembre pasado, varios focos de incendios se registraron en la zona del Iberá y encendieron las alarmas en Corrientes, una provincia que el último verano vio cómo las llamas se devoraron más del 12 por ciento de su superficie.
Desde Rewilding Argentina advirtieron que "las condiciones de sequía y las altas temperaturas actuales son similares a las de diciembre de 2021, días antes del inicio de los incendios catastróficos que afectaron al 60% del Parque Nacional Iberá y al 12% de la superficie de Corrientes".
La Fundación sostuvo que se realiza un monitoreo satelital constante de los focos de calor "para actuar en conjunto con Parques Nacionales y el Gobierno de Corrientes y, en caso de detectar la presencia de fuego, se denuncia inmediatamente".
Entre diciembre de 2021 y marzo de 2022, los incendios consumieron más del 12 por ciento de la superficie de la provincia de Corrientes . Las llamas arrasaron forestaciones, bosques nativos, campos y zonas de bañados y esteros, provocando la muerte de miles de animales y la pérdida de su hábitat.
