Con la flexibilización al cupo en exportaciones de carne bovina, que comienza el lunes 4 de octubre, el Gobierno nacional inaugura un nuevo perfil de relación con el campo, mientras espera incrementar el ingreso de divisas, en la recta final del año. A partir del anuncio de Agricultura, el precio de la vaca en el Mercado de Liniers empezó a subir y en la medida que los frigoríficos exportadores empiecen a vaciar sus cámaras, habrá más presión sobre esta categoría.
De acuerdo a estimaciones privadas, se espera un ingreso extra de divisas que oscilará entre los 90 y 130 millones de dólares, que en concepto de derechos de exportación, sumarán cerca de 13 millones de dólares adicionales. En el plano político, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, empezó en estos días a recorrer el país, para analizar junto a los gobernadores medidas para impulsar la producción.
La cartera agropecuaria pone en práctica la línea argumental de la Casa Rosada, que busca elevar los niveles de producción para mantener el nivel de consumo interno y no descuidar el frente exportador. Las entidades de la Mesa de Enlace han manifestado su desacuerdo con el anuncio, pero por el momento no anunciarán medidas de fuerza.
En el apartado comercial, se empieza a percibir una mejora en el precio de la vaca que se vende en Liniers, que en una semana aumentó un promedio de 9 pesos en todos los renglones que componen esta categoría. En ese ámbito, calcularon que a partir de la flexibilización del cupo, su cotización podrá aumentar hasta un 20%, impulsada por una menor disponibilidad de animales en esta época del año y una demanda china que apretó el acelerador.
El menor ingreso de vacunos empieza a tener un impacto en los precios. La semana pasada, se comercializaron en Liniers 14.023 cabezas, muy por debajo de las cifras habituales para esa plaza. En este punto, se percibe el efecto tanto de la caída de 1 millón de cabezas en el stock bovino nacional como en la caída en los niveles de encierre en los feedlots, principales proveedores del consumo interno.
En las pasarelas del mercado concentrador porteño se empieza a registrar una tónica alcista. Mientras que el promedio de la vaca conserva buena aumentó 2 pesos y un techo de 135 pesos, la conserva inferior aumentó 3 pesos promedio y el techo en este período pasó de 112 a 126 pesos. Este nuevo escenario de precios en las categorías destinadas a China no tendrá impacto en la hacienda de consumo. Con ventas planchadas en las carnicerías, los mostradores no convalidan más subas en el precio del kilo vivo en pie.
El otro número que esta cadena de valor sigue de cerca es en cuanto cerrará 2021 el volumen de exportación de la industria. Analistas del sector consultados por BAE Negocios proyectaron que serán cerca de 800.000 toneladas, por debajo de las 900.000 toneladas despachadas el año pasado, que generaron divisas por 2.710 millones de dólares.
La restricción a las ventas externas comenzó a finales de mayo, a través de la Resolución 408/2021, que limitó las exportaciones de vaca a China, un listado de siete cortes parrilleros de esa categoría, novillo no Hilton y Cupo Kosher, con destino Israel. En las últimas semanas se liberaron 3.500 toneladas de la cuota israelí y el 28 de septiembre, Agricultura anunció que se venderá más vaca al gigante asiático. Con el anuncio, los exportadores pasarán de despachar 30.000 toneladas mensuales a 60.000 toneladas.
Por Andrés Lobato
Fuente: Diario BAE