El Fondo Monetario Internacional confirmó que comenzaron las reuniones técnicas presenciales en Washington en las que el Ministerio de Economía espera poder cerrar un acuerdo que defina nuevas metas y desembolsos del programa vigente.
"El equipo del FMI y una delegación argentina comenzaron las reuniones técnicas presenciales esta tarde en Washington D.C., para avanzar en la quinta revisión del programa respaldado por el Fondo. Se espera que estas reuniones continúen durante los próximos días", dijo el organismo a través de un portavoz.
El equipo económico inició en las últimas horas el contacto presencial en la capital norteamericana con el staff del FMI, en lo que aparenta ser la recta final de las conversaciones, que empezaron a mediados de abril.
La delegación encabezada por el viceministro Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores Leonardo Madcur y el vicepresidente del Banco Central Lisandro Cleri espera cerrar los números de la nueva etapa del programa con el organismo esta semana.
En paralelo, el ministro de Economía, Sergio Massa, realizó contactos virtuales en busca de respaldo de los Estados Unidos y Alemania.
Desde Buenos Aires, Massa mantuvo conversiones con Mike Pyle, asesor económico internacional del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos.
Antes, por la mañana, el jefe del Palacio de Hacienda había sostenido una reunión, también por Zoom, con un hombre clave del gabinete económico alemán.
Se trata de Jörg Kukies, secretario de Estado de la Cancillería Federal alemana.
Las metas que estarán incluidas en lo que resta del año forman parte de esa negociación que encararon, desde esta semana en Washington, el Gobierno y el Fondo Monetario.
Sucede que la mayoría de los objetivos trimestrales en la primera mitad del 2023 fueron incumplidos, en buena parte por el impacto de la sequía, que redujo las exportaciones y la recaudación de derechos de exportación.
En el frente fiscal, en el primer trimestre del año el Gobierno debería haber tenido un techo de déficit primario de $441.000 millones pero quedó excedido en casi $250.000 millones, más de 50% por sobre la comprometido.
Fue debido a un desplome en la recaudación de retenciones a las exportaciones a causa de la sequía. Para el segundo trimestre ese tope era de 1,181 billones de pesos.
En términos de reservas, el efecto de la sequía fue más notorio. Si bien fue materia de discusión con el staff del organismo, se calcula un impacto de unos US$ 20.000 millones.
Massa suele reiterar que representa un recorte de una cuarta parte de las exportaciones previstas a lo largo del año.
En el caso de los objetivos de los primeros tres meses del año, el Gobierno quedó unos US$ 1.800 millones por debajo del mínimo de acopio de reservas, que implicaba que el Banco Central debía tener unos US$ 1.900 millones netos más que en diciembre de 2021.
Durante el segundo trimestre, el dólar soja 3 permitió al BCRA acumular unos USD 880 millones entre abril y mayo, pero perdió USD 680 millones durante junio, ya sin el programa de incremento exportador.
Para mitad de año, la hoja de ruta original preveía una acumulación de USD 6.800 millones.