El ex secretario de Agricultura Juan José Bahillo vaticinó que "el kilo de asado va a costar mínimo 8.000 pesos" en la Argentina, tras el paquete de ajuste lanzado por el Gobierno.
"Gravar impuestos nuevamente como lo hizo (el ex presidente) Mauricio Macri en 2018 a las economías regionales con alícuotas de retenciones es realmente un desaliento total y absoluto a la producción, la mayoría son pequeños productores", sostuvo Bahillo, actual diputado provincial en Entre Ríos.
Asimismo, agregó: "Dejar liberado el mercado para la comercialización, sin un seguimiento del Estado, va a traer muchas asimetrías; por ejemplo, el asado, que en noviembre estaba $3.700, ahora, con estas medidas de estafa a los productores y este impuestazo, va a llegar a estar como mínimo en $8.000 y encima sin recomponerle la rentabilidad a los productores por los costos".
Tras los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, el ex funcionario nacional planteó además: "Aunque la política ajuste, el gran ajuste sale de la gente".
"Ellos dijeron que el ajuste lo pagaría la política, que el ajuste lo pagaría la casta e innegablemente más allá de la cuestión productiva, lo paga la gente, lo pagan los sectores medios, los trabajadores, los asalariados. Dijeron que iban a aumentar salarios y bajar impuestos, hicieron absolutamente todo lo contrario", resaltó el ex integrante del equipo económico liderado por Sergio Massa en la gestión anterior.
En similares términos se expresó en las últimas horas Eduardo Setti, ex secretario de Finanzas de la Nación: "En vez de ser coherente con su discurso, el actual Gobierno eligió hacer el ajuste sobre la clase media", subrayó, en referencia a la serie de medidas anunciadas este martes por Caputo.
"La elección para bajar el déficit y la inflación no puede ser a través de la pérdida de empleo y el poder de compra de los argentinos", insistió. "Había que hacer correcciones, pero no un ajuste de esta naturaleza", acotó.
A su vez, planteó que las medidas del nuevo ministro de Economía demuestran "poca conciencia sobre lo que es vivir con necesidades", al tiempo que anticipó "pérdida de empleos" no solo en el ámbito público si no también en el privado.
Setti consideró que el ajuste que se propone llevar adelante el presidente Javier Milei "es un golpe también muy fuerte para la industria, la construcción y sus trabajadores", ya que "licuará el sueldo al asalariado".
"Cuánto podrá resistir la población. Los anuncios sociales van a ser insuficientes ante semejante ajuste sobre la clase media y los sectores más postergados. Espero que no lleguemos a los momentos más feos de la Argentina y que recapaciten", sostuvo, y reiteró: "No es necesario llevar un ajuste tan fuerte".
Finalmente, Gabriel Rubinstein, ex viceministro de Economía de Massa, también se refirió a los anuncios de Caputo y dijo que "había necesidad de algunas correcciones".
"La economía estaba paralizada", añadió, y evaluó que "el cambio de Gobierno implicaba una cantidad de expectativas", ya que "es muy difícil convivir con brechas cambiarias".
"Es un juego entre realidad y expectativas. Llegó un momento en el que el dólar oficial no lo usaba nadie para nada", dijo Rubinstein.
A su vez, admitió que "la necesidad de tener las cuentas en orden no se podía evitar. Por otro lado, tampoco se podía evitar una devaluación con una brecha cambiaria tan alta".
"Para que la economía argentina se normalice es necesario que baje la brecha cambiaria", opinó. Por último, dijo también que "hay cosas que Milei va dejando de lado: el tema de la dolarización, aunque no sabemos bien dónde".
"Hay cosas que se revierten, como el impuesto a las Ganancias, que la idea es revertirlo. Había una idea de que los ajustes los pagara la casta y ahora son aumentos de impuestos y tarifas", completó.