En el cierre de la semana, el dólar -sin los impuestos- subió apenas dos centavos hasta los $114,93, de acuerdo al promedio en los principales bancos del sistema financiero. A su vez, el valor minorista de la divisa en el Banco Nación cotiza a $114,50. En el segmento mayorista, el Banco Central (BCRA) convalidó el mayor ritmo de devaluación desde febrero de 2021, en medio de un sorpresivo salto inflacionario que presiona sobre la competitividad cambiaria. En ese marco, la autoridad monetaria tuvo que vender divisas por segunda jornada consecutiva, pero en el acumulado semanal registró un resultado positivo de u$s44 millones.
Asimismo, los dólares financieros operan con cierta estabilidad. El MEP con AL30 registra muy pocos cambios y cotiza cerca de los $196. En tanto, el contado con liquidación (CCL) con GD30 y con la acción de YPF también exhibe pocas variaciones y se ubica por encima de los $196 con ambas referencias.
Los tipos de cambio bursátiles venían de derrumbarse más de $10 en la semana previa debido a varios factores, como la aceleración en el ritmo de devaluación oficial, la suba de tasas por parte del BCRA y la apreciación del real en Brasil, todo en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contribuyó a calmar expectativas.
El salto en los precios de febrero presiona al alza a todos los tipos de cambio, principalmente del oficial, para que el país no pierda competitividad cambiaria. En este marco, se prevé además que el BCRA incrementará nuevamente las tasas de interés. Esto se conocerá en la reunión de política monetaria que la entidad dirigida por Miguel Pesce postergó para el miércoles que viene.
En la actualidad, la tasa efectiva anual (TEA) de las Leliqs es del 51,3%, mientras que los plazos fijos tradicionales otorgan un retorno del 49,8%. Si la inflación se ubica entre el 38% y el 48%, como proyectaron el Gobierno y el FMI en el marco del acuerdo, los rendimientos actuales resultarían positivos en términos reales.
Sin embargo, según el último REM del BCRA, el mercado estimó en febrero una inflación anual del 55% para 2022. Asimismo, si se anualizan los aumentos de precios del primer bimestre, la inflación resultaría del 66%, una cifra que dejaría muy relegados a los instrumentos de ahorro en pesos.