Desde la Cámara de Exportadores (CERA) informaron que esta depreciación del euro es consecuencia de un conjunto de factores. Por un lado, desde el punto de vista de los flujos comerciales, hay que considerar el deterioro de la cuenta corriente por el alza en el precio de los combustibles y la probabilidad de escasez de energía el próximo invierno.
Por el otro, desde el punto de vista financiero, la tasa de interés de la Reserva Federal viene subiendo significativamente reunión a reunión, en tanto el Banco Central Europeo aún la mantiene en 0%, dando lugar a flujos de capitales hacia la moneda norteamericana. La debilidad del euro genera efectos heterogéneos.
Los productores de la región tendrán una ventaja de competitividad respecto a productores extranjeros, lo que podría derivar en mayores exportaciones y/o menores importaciones (aunque se debe tener en cuenta que la depreciación respecto al dólar fue superior a la registrada con otros socios comerciales). Por otro lado, su debilidad sumará presiones sobre la inflación (actualmente en niveles récord) ya que se encarecerán las importaciones.
Por este motivo, es esperable que el Banco Central Europeo comience a realizar subas de tasas de interés para paliar estos efectos y revertir la depreciación de la moneda