El Ejecutivo firmó junto a las provincias el acuerdo de Consenso Fiscal que habilita el cobro del impuesto a la herencia en el campo. Cada provincia debe tomar la decisión de implementarlo y se cobraría una alícuota por aquellos bienes que superen un mínimo no imponible.
Si bien es solo una intención por el momento, desde el campo manifestaron el rechazo a este impuesto y la suba de los existentes. "Alienta a la desinversión", manifestó el presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), Juan José Madero.
"La tierra es un bien o una inversión a largo plazo para las futuras generaciones", aclaró Madero al ser consultado sobre el impacto en el sector. El campo tiene esta particularidad porque en muchos casos el oficio y el amor al trabajo de la tierra también se hereda.
Por otra parte, Madero explicó que un impuesto nuevo, nunca puede tener un impacto positivo. Además, destacó que el sector agropecuario ya convive con una gran presión fiscal.
En este sentido, también se expresaron los dirigentes rurales. El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, señaló: "El campo y la sociedad no resisten un tributo más, somos la actividad que más paga y pedimos igualdad contributiva con los otros sectores de la economía". El presidente de la entidad centenaria también pidió un acuerdo político que contemple una reducción del gasto y el endeudamiento público.
El vicepresidente de Coninagro, Elbio Laucirica, habló sobre el impuesto a la herencia y expresó: "La carga fiscal es muy importante y ahora hay que sumar esto". El dirigente rural se preguntó: "¿Todo para qué? No tenemos la educación, la seguridad ni la justicia que queremos. Todo para mantener el costo de la política".
Desde CAIR señalaron que los tributos van en sentido contrario de la creación del trabajo. Además, Madero remarcó que sería un impuesto distorsivo porque son bienes que ya tributan.
Consultado por cómo podría impactar en el mercado inmobiliario rural, el presidente de la cámara destacó que es imposible saber si habría un cambio en los precios. En este sentido, comentó: "Podrían recalibrarse las inversiones, pero no creo que haya cambios en los precios".
El impuesto ya rige en Buenos Aires desde 2011. Actualmente, se paga una alícuota para las transmisiones gratuitas que superen el monto de $1.344.000. Madero comentó que cuando se implementó esta medida hace una década, no afectó la "dinámica del mercado". Por último, destacó que, en parte, se debe a que es un impuesto que afecta a todos los bienes.