La coyuntura económica y climática plantea un panorama complejo para el sector agropecuario argentino. Así lo expresó Francisco Farras, presidente de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), durante su participación en la Asamblea de la Cooperativa de Carabelas, donde destacó la necesidad de optimizar la producción y controlar el gasto como claves para enfren.
"Venimos de un 2022 marcado por la sequía y, aunque la última campaña mejoró, las lluvias fueron irregulares y afectaron los cultivos, sobre todo en la zona núcleo", explicó Farras. Regiones como el sur de Santa Fe, el sudeste de Córdoba y el norte bonaerense, tradicionalmente las más productivas, vieron mermar su rendimiento de soja y maíz por la falta de precip.
Las recientes lluvias, con promedios de 100 milímetros en varias áreas agrícolas, trajeron algo de alivio, pero el dirigente advirtió que el tiempo para la recuperación es limitado. "Esperamos al menos una cosecha aceptable, pero hay que ser realistas: el desafío no solo está en el clima, sino también en la economía
Farras comentó que la combinación de bajos precios internacionales, retenciones vigentes y costos de producción elevados exige un enfoque más eficiente. "Las cooperativas y los productores debemos concentrarnos en aumentar la productividad y cuidar cada peso invertido. El esfuerzo del Gobierno por bajar la inflación es valorable, pero el atraso económico impacta directamente en los costos", señaló.
De cara a la próxima campaña, el titular de ACA expresó su deseo de condiciones más favorables: "Ojalá tengamos más lluvias, una buena siembra de trigo y podamos producir como sabemos hacerlo. El campo necesita menos retenciones e impuestos para recuperar la competitividad y seguir siendo motor económico del país".
Con información de : elnuevorojense.com.ar
