Tras 10 días sin lluvias y con temperaturas que alcanzan los 38 °C, la soja de segunda y el maíz tardío están en una situación alarmante. El fenómeno de El Niño pierde fuerza, dejando al descubierto el riesgo de una sequía prolongada.
Los productores, que comenzaron el año con altas expectativas de una gran cosecha tras años de sequías, están viendo cómo sus esperanzas se desvanecen bajo el intenso calor. Este fenómeno climático, conocido como "efecto soplete", está dejando secuelas en la soja de primera, en una fase crítica de llenado de grano o desarrollo de vainas, lo que podría resultar en daños irreparables.
El último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que la condición de la soja de primera ha decaído drásticamente. Aunque en un principio el 90% del cultivo estaba en condiciones muy buenas a excelentes, este porcentaje ha caído al 65% debido a la ola de calor y la falta de lluvias. Este cambio climático no solo ha llevado a un aumento en la aplicación de herbicidas e insecticidas sino también a un ambiente de nerviosismo entre los productores.
Rendimientos a la Baja: Impacto en la Economía Agrícola La sequía y las altas temperaturas están frenando el desarrollo de los cultivos, lo que se refleja directamente en los rendimientos. La falta de agua en momentos críticos del ciclo productivo está provocando un antes y un después en la productividad del sector. Los informes destacan que incluso un 50% de lotes en buen estado actualmente podrían deteriorarse rápidamente si no se producen lluvias.
Este desmejoramiento en los cultivos lleva a una reducción en los márgenes de beneficio, lo que genera preocupación en todo el arco productivo. A pesar de que las lluvias podrían traer algo de alivio, las altas temperaturas podrían mitigar su impacto positivo, haciendo necesario acumulados de entre 80 y 160 milímetros para restaurar las reservas hídricas a un estado óptimo.
Medidas y Estrategias Ante la Crisis Climática Ante esta situación, se sugiere que los compradores de piensos cubran sus necesidades a largo plazo antes de que los fenómenos climáticos adversos empeoren la situación. Asimismo, se recomienda a los productores considerar el uso de productos de papel como opciones de compra o futuros para mantener la propiedad sobre los granos vendidos.
La situación actual es un recordatorio de la volatilidad y la incertidumbre que enfrenta el sector agrícola, y pone de manifiesto la necesidad de estrategias adaptativas y de gestión de riesgos para enfrentar los desafíos que presenta el cambio climático.