El BID anunció que financiará con 40 millones de dólares al sector vitivinícola, que llegarán a productores de once provincias a través de aportes no reembolsables. El Gobierno nacional respaldó esta medida, orientada a los pequeños productores, y en las próximas semanas se definirán los montos máximos que se entregarán. En una primera etapa, con estos fondos se buscarán solucionar problemáticas vinculadas al sector de pequeños productores, para luego enfocarse en impulsar la industria.
El financiamiento forma parte de la segunda edición Programa de Apoyo a Pequeños Productores Vitivinícolas (Proviar), con un plazo de ejecución de cinco años. La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) será el organismo subejecutor de los programas a financiarse dentro de este proyecto. Entre 2009 y 2014 se implementó por primera vez, con un fondeo de 50 millones de dólares y alcanzó a 3.400 productores.
José Zuccardi, presidente de Coviar, destacó el impulso que representarán estos fondos para la actividad. "Tendremos recursos para que los pequeños productores puedan sumar aspectos vinculados a la sostenibilidad". Y agregó: "En crisis hídrica, la eficiencia de riego y el manejo de energía es un punto muy importante".
Mario González, director de Coviar, explicó a BAE Negocios que estos fondos buscan solucionar problemas estructurales para esta producción, como la escasez de agua. "Hay pequeños productores que no pueden acceder a tecnología, sobre todo en recurso hídrico", reconoció. En el programa podrán participar tanto productores primarios como establecimientos industriales.
La entidad analizará junto al Ministerio de Agricultura, el Instituto Nacional de Vitivinicultura entidades (INV), el INTA y cámaras del sector cómo se distribuirán los fondos. El antecedente más cercano es el Proviar 1, que establecía un piso de 3.000 dólares por asignación y un techo de 20.000 dólares, para esquemas productivos de 20 a 30 hectáreas.
González explicó que a nivel interno, la actividad pudo sostener incrementos, con un consumo doméstico que dejó atrás el piso de los 18 litros anuales por habitante y se ubicó en 21 litros. En comercio exterior, el año pasado cerró con despachos por 1.000 millones de dólares. De acuerdo al INV, el 75% de la producción vitivinícola se comercializa en el mercado interno, mientras que el 25% restante se destina al mercado externo.
Si bien durante 2021 se pudieron aumentar exportaciones, el directivo remarcó que existen dos preocupaciones de cara a los próximos meses. Por un lado, las complicaciones logísticas a nivel mundial, que generaron un cuello de botella en la disponibilidad de contenedores y también afecta a cadenas de valor como legumbres, hortalizas, carnes y lácteos. El otro problema es la falta de botellas, insumo clave para esta industria.
Según estimaciones oficiales, Argentina cuenta con 215.169 hectáreas cultivadas, distribuidas en 23.782 viñedos en 18 provincias. En el rubro comercialización, existen unas 1.300 bodegas, y en su conjunto la cadena de valor genera 146.000 puestos directos de trabajo y más de 240.000 indirectos.
El anuncio de la línea de financiamiento se llevó a cabo en la Casa Rosada y participaron el presidente Alberto Fernández; el ministro de Agricultura, Julián Domínguez; el secretario de Asuntos Estratégicos y presidente del Consejo Económico y Social, Gustavo Béliz.
Por Andrés Lobato
Fuente: Diario BAE