El aumento en los precios de la carne está ejerciendo una presión significativa sobre la inflación de agosto, sumando al menos 1,5 puntos a la tasa de aumento de precios.
Esto se alinea con la tendencia de aceleración de precios que ha sido observada por las consultoras privadas desde la implementación de medidas de recaudación y acumulación de reservas a fines de julio.
El incremento en el valor del dólar agro, especialmente para el maíz que es utilizado como materia prima para alimentar al ganado, ha contribuido al aumento en los precios de la carne vacuna. En el mercado de Liniers, se ha registrado un aumento promedio del 20% en los últimos días.
Inicialmente, las estimaciones apuntaban a que las medidas mencionadas tendrían un impacto de 2 puntos en la inflación de agosto, pero la consultora C&T ahora calcula que el aumento en los precios de la carne sola sumará 2 puntos al Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el octavo mes del año.
En cuanto a las proyecciones de julio, la mayoría de los analistas privados han corregido sus estimaciones a un 7,1%, y se prevé que en agosto la inflación alcance entre el 7,5% y el 8%, rompiendo con la calma experimentada en junio.
Aurum Valores ha afirmado que el precio de la carne vacuna aportará cerca de 1,5 puntos al IPC de agosto, basándose en los valores registrados hasta el momento. Se ha observado un incremento considerable en los precios promedio de las vacas, vaquillonas, novillos y novillitos desde el 21 de julio hasta el 1 de agosto.
El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, ha reconocido que los precios de la carne vacuna estaban considerablemente retrasados y que esto se reacomodará con el tiempo. Sin embargo, se ha llamado a los productores para que no trasladen totalmente este aumento a los consumidores.
Bahillo, explicó que la carne "ha tenido un readecuamiento del precio. El valor del kilo vivo venía con algún retraso, lo mismo que sucedió a principios de este año".
El "dólar maíz" es un tipo de cambio diferencial a $340 para las economías regionales, que apunta a que los productores liquiden unos US$2.000 millones hasta el 31 de agosto, según las estimaciones del Gobierno. Pero ese dólar provocó una suba en el precio del maíz e impactó en los alimentos con proteína animal, como las carnes de vaca, cerdo, pollo, los huevos y los lácteos.
Un relevamiento de la consultora Focus Market en carnicerías del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) arrojó los valores que se están manejando al mostrador:
Asado, de $2250 a $2550 por kilo.Vacío, $2.450 a $ 2.890.
Nalga, $2.650 a $3.150.
Peceto, $2.890 a $3.400.
Roast Beef, $1.890 a $2.250.Picada, $1.750 a $2.000.
Por otro lado, la medida del dólar agro ha sido bien recibida por los productores de maíz, y el Gobierno ha logrado recaudar casi el 70% de su objetivo para agosto. No obstante, esta medida tiene un mayor impacto en el mercado interno que el dólar soja, ya que el maíz es un insumo clave para la cría de animales, afectando a sectores sensibles como la carne y sus derivados, que en conjunto representan más del 13% del IPC Nacional.
A pesar de que el precio de la carne había presionado al alza los precios minoristas al inicio del año, la situación se revirtió debido a la sequía, lo que permitió un mayor ingreso de animales a faena. Aún así, el secretario Bahillo asegura que todavía hay una oferta importante de carne debido a que los productores tuvieron que liquidar sus existencias a causa de la sequía, lo que ha mantenido el suministro adecuado durante aproximadamente un mes y medio.