Aunque las autoridades sanitarias como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud aseguran que el riesgo para la salud pública es bajo, existe una preocupación creciente por la seguridad de los productos lácteos y cárnicos.
Las muestras de carne, específicamente de vacas lecheras que se transforman en carne molida, están siendo analizadas mediante pruebas de PCR para detectar la presencia de partículas virales. Esta acción se suma a la exigencia de que las vacas lecheras lactantes den negativo en las pruebas de gripe aviar antes de ser trasladadas entre estados. El USDA también está recolectando muestras de músculo en mataderos y evaluará cualquier muestra positiva para detectar virus activos.
Adicionalmente, se están tomando medidas para garantizar la inocuidad de los alimentos, incluyendo la inspección de cada animal antes del sacrificio y la verificación post-sacrificio para asegurar que no ingresen al suministro de alimentos humanos animales infectados. El USDA también está probando el efecto de diferentes temperaturas de cocción en la carne molida para estudiar cómo se inactiva el virus.
Este aumento en las medidas de seguridad llega después de que se encontrara gripe aviar en una muestra de tejido pulmonar de una vaca lechera asintomática, y sigue a las restricciones impuestas por Colombia a la importación de carne vacuna y productos cárnicos de los estados afectados desde el 15 de abril.