El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha puesto en marcha nuevos aranceles sobre las importaciones provenientes de Canadá, México y China. La medida ha generado preocupaciones en el sector agropecuario, donde se anticipan represalias comerciales que podrían afectar gravemente las exportaciones de productos agrícolas estadounidenses. En respuesta, el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) trabaja en un plan de apoyo a los productores, similar al Programa de Facilitación del Mercado (MFP) implementado en 2019.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, aseguró en la reciente feria Commodity Classic que el USDA está listo para actuar en caso de que los agricultores necesiten asistencia financiera. "Todo está sobre la mesa. Sabemos que los productores han enfrentado dificultades en el pasado y estamos preparados para intervenir nuevamente si es necesario", afirmó Rollins.
El economista jefe del USDA, Seth Meyers, también indicó que se están evaluando diferentes escenarios para ofrecer alivio a los productores afectados por las barreras comerciales. "Estamos afinando nuestras herramientas para estar listos en caso de que sea necesario implementar medidas de compensación", explicó Meyers.
Represalias de los socios comerciales de EE.UU.
Tras la imposición de los aranceles, los principales socios comerciales de EE.UU. reaccionaron con represalias. Canadá anunció una suba del 25% en los aranceles sobre importaciones estadounidenses por un valor de 100.000 millones de dólares. En México, la presidenta Claudia Sheinbaum planea imponer medidas similares en respuesta a la acción de Trump.
Según expertos, estas represalias podrían impactar directamente en los precios de los productos agrícolas y generar un desbalance en el comercio exterior. "La pregunta es si México puede permitirse una represalia de esta magnitud", comentó Meyers, advirtiendo que el impacto en el sector agropecuario podría ser significativo.
Impacto en la maquinaria agrícola y la industria agropecuaria
Las empresas fabricantes de maquinaria agrícola también expresaron su preocupación ante las nuevas tarifas. Johan "Kip" Eideberg, vicepresidente de la Asociación de Fabricantes de Equipos (AEM), advirtió que las interrupciones en las cadenas de suministro pueden generar aumentos de costos y afectar la competitividad de los productos estadounidenses en el exterior.
"Más del 30% del equipo agrícola fabricado en EE.UU. está destinado a la exportación, y Canadá es nuestro principal mercado", señaló Eideberg. Además, recordó que la industria de maquinaria agrícola está altamente integrada entre los tres países norteamericanos, por lo que cualquier arancel puede tener efectos negativos en la producción y distribución.
Efectos en el sector agrícola: fertilizantes, soja y maíz
El presidente de la American Farm Bureau, Zippy Duvall, expresó su preocupación por la posibilidad de un alza en los precios de los fertilizantes debido a los aranceles. "Más del 80% de la potasa que utilizamos proviene de Canadá. Cualquier barrera comercial que aumente los costos de los insumos será un golpe adicional para los agricultores que ya lidian con una inflación elevada y altos costos de producción", alertó.
El sector sojero es uno de los más expuestos a la guerra comercial con China. En 2018, durante un conflicto similar, las pérdidas por restricciones comerciales con el gigante asiático alcanzaron los 27.000 millones de dólares, y el 71% de esas pérdidas correspondieron a la soja. En 2024, EE.UU. exportó 27 millones de toneladas de soja a China, por un valor de 12.760 millones de dólares, lo que subraya la importancia de este mercado para los productores estadounidenses.
Por su parte, el maíz también enfrenta incertidumbre. México y Canadá representan más del 40% de las exportaciones de maíz y etanol de EE.UU. "Si estos países deciden diversificar sus fuentes de abastecimiento, el impacto para los productores estadounidenses será significativo", señaló Krista Swanson, economista en jefe de la National Corn Growers Association.
Carne bovina y porcina en la mira de China
El sector cárnico tampoco queda exento de la guerra comercial. China impuso un arancel del 10% a la carne de cerdo y de res importada desde EE.UU., afectando un mercado que en 2024 representó 8.400 millones de dólares en exportaciones. La U.S. Meat Export Federation (USMEF) lamentó que no se haya logrado un acuerdo para evitar las sanciones, aunque su presidente, Dan Halstrom, se mostró optimista sobre la demanda internacional de carne estadounidense.
"A pesar de los aranceles, la demanda global de nuestros productos sigue siendo fuerte. Creemos que podemos sortear estos desafíos y mantenernos competitivos", dijo Halstrom.
Mientras los mercados siguen reaccionando a la escalada comercial, el USDA se mantiene alerta para brindar asistencia a los agricultores si la situación lo requiere. La incertidumbre sigue marcando el panorama agrícola, y el impacto de estas medidas dependerá de cómo evolucionen las negociaciones entre EE.UU. y sus principales socios comerciales. Por ahora, la industria agropecuaria sigue de cerca los acontecimientos y espera que se logren acuerdos que eviten un daño mayor a la economía del sector.