En plena recta final hacia las elecciones del 13 de abril, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa firmó un nuevo decreto para entregar un bono de US$800 a pequeños y medianos productores agropecuarios afectados por las intensas lluvias que golpean al país.
El "Bono Catta - Nuevo Ecuador", según lo establece el decreto ejecutivo firmado el 27 de marzo a las 22:14 h, tiene como objetivo "mitigar el impacto económico de la precipitación pluvial y permitir la continuidad de las actividades productivas" en zonas rurales. El subsidio será una transferencia monetaria única, destinada a productores previamente identificados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
El pago estará a cargo del Ministerio de Inclusión Económica y Social, mientras que el Ministerio de Agricultura establecerá los criterios de elegibilidad y ejecución. La medida busca asistir a quienes hayan sufrido pérdidas de cultivos durante la temporada invernal.
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— Presidencia Ecuador %uD83C%uDDEA%uD83C%uDDE8 (@Presidencia_Ec) March 28, 2025
El nuevo bono al agro se suma a otros anuncios sociales realizados por Noboa esta misma semana, en una estrategia que refuerza su visibilidad de cara al balotaje frente a Luisa González, candidata del correísmo.
Entre los beneficios recientes destacan:
US$1.000 para emprendedores afectados por lluvias o "cualquier circunstancia", bajo el programa Reactívate, Incentívate Emprendedor.
US$507 para personal militar y policial, en reconocimiento a su participación en el conflicto armado interno.
US$400 para jóvenes de 18 a 29 años que participen en programas de recuperación económica y ambiental, dentro del plan Jóvenes en Acción.
La decisión de incluir al agro en la estrategia de asistencia directa no es casual. El sector productivo rural se ha visto fuertemente afectado por las condiciones climáticas, y es clave tanto en términos económicos como electorales.
Además, la visibilidad del agro en zonas de alta sensibilidad política le permite a Noboa reforzar su imagen en regiones estratégicas, con promesas que apuntan a la recuperación productiva y a la sostenibilidad de los pequeños productores.
El bono ya genera reacciones dispares: mientras algunos actores del campo lo valoran como un alivio urgente y necesario, sectores críticos lo ven como parte de una estrategia electoral directa que podría tensionar las finanzas del país.
Sea cual sea la lectura política, lo cierto es que el agro vuelve a estar en el centro de la campaña, con sus urgencias, sus votos y su peso económico.