El 20 de mayo se celebra el Día Internacional de las Abejas, una fecha designada por la Asamblea General de Naciones Unidas en honor a Anton Janša, pionero de la apicultura moderna. Esta celebración, propuesta por Eslovenia, tiene como objetivo concienciar sobre el rol vital que juegan las abejas y otros polinizadores en la conservación de la biodiversidad y en la producción de alimentos a nivel mundial.
Las abejas no solo facilitan la polinización, esencial para la diversidad de frutas, verduras y semillas, sino que también mejoran la calidad de las cosechas, contribuyendo significativamente a la seguridad alimentaria y nutricional. Además, los productos derivados de las abejas, como la miel, la jalea real, el polen, el propóleo y la cera, ofrecen numerosos beneficios para la salud, desde propiedades energizantes y desinfectantes hasta efectos antiinflamatorios y analgésicos.
Las amenazas a las abejas incluyen el uso de pesticidas, la invasión de insectos, los cambios en el uso del suelo, los monocultivos, y el cambio climático, todos factores que reducen su población y afectan su capacidad de polinización. La desaparición de estos polinizadores indicaría problemas serios en los ecosistemas locales, afectando directamente la seguridad alimentaria global.
La celebración busca también sensibilizar a la población y a los políticos sobre la necesidad urgente de proteger a las abejas y otros polinizadores para abordar problemas globales de suministro de alimentos y eliminar el hambre en los países en desarrollo. Así, proteger a las abejas es fundamental para detener la pérdida de biodiversidad y contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En este Día Internacional de las Abejas, reflexionamos sobre la imprescindible función de estos pequeños pero poderosos trabajadores del ecosistema y reafirmamos nuestro compromiso para garantizar su protección y la de su hábitat natural.