Tras la destrucción de la represa de Kajovka en una explosión, el gobierno de Ucrania ha anunciado la evacuación de las zonas inundadas en el sur del país. Más de 17.000 civiles ya han sido evacuados, pero se estima que alrededor de 25.000 personas permanecen en territorios bajo control ruso.
El fiscal general ucraniano, Andrii Kostin, informó en Twitter que más de 40.000 personas podrían estar en áreas inundadas y que las autoridades ucranianas están tomando medidas para proteger a la población. Por su parte, Ucrania responsabiliza a Moscú por el ataque y acusa a las tropas invasoras de llevar a cabo una explosión interna en las estructuras de la represa.
La central eléctrica vinculada a la represa también ha sido completamente destruida, según el operador hidroeléctrico de Ucrania. Igor Syrota, jefe de Ukrhydroenergo, señaló que la estación no se puede restaurar y que la estructura hidráulica ha sido arrasada.
El presidente ucraniano, Zelensky, acusó a Rusia de sabotaje y resaltó que la destrucción de la represa fue resultado de una explosión interna realizada por las tropas invasoras. Desmiente la versión de Moscú de un ataque externo y hace un llamado a la comunidad internacional para que reaccione ante esta situación.
La destrucción de la represa de Kajovka ha provocado una inundación devastadora en la región de Kherson en Ucrania, generando una grave crisis humanitaria. El gobierno ucraniano se encuentra trabajando para brindar apoyo a los afectados y evaluar los daños causados por este acto de destrucción.