Las fuertes precipitaciones que azotan varias regiones de Chile están generando daños considerables en los predios y las instalaciones dedicadas a la producción frutícola, según ha alertado la Federación de Productores de Frutas (Fedefrutas). El gremio señala que el sistema frontal está afectando a diversas zonas productivas debido a desbordamientos de ríos y canales, así como a la aparición de barro, cultivos complicados por la excesiva lluvia, escasez de agua potable y cierre de caminos.
Jorge Valenzuela, presidente de Fedefrutas, ha informado sobre los informes de daños en áreas frutícolas importantes en las regiones de Valparaíso y Maule. Sin embargo, destaca que el problema actual no debería haber llegado a estos extremos si se contara con la infraestructura hídrica adecuada. "En Chile, no disponemos de la infraestructura necesaria para evitar el colapso que estamos enfrentando. Hemos estado proponiendo la construcción de una red de embalses medianos durante años, no solo para aprovechar los caudales en épocas de sequía y abastecer los campos, sino también para contener los daños y anticiparnos a las situaciones que estamos presenciando", explicó Valenzuela.
Las intensas lluvias han ocasionado el cierre de escuelas y el bloqueo de carreteras en algunas zonas del centro y sur de Chile. Además, el Gobierno ha advertido sobre un "riesgo probable" de suspensión del servicio de agua potable en Santiago.
Ante la situación, la delegada presidencial de la región Metropolitana, Constanza Martínez, ha decretado la Alerta Amarilla Regional debido a las consecuencias de las lluvias. Asimismo, las autoridades de prevención han emitido una alerta roja por el aumento del caudal de varios ríos, incluyendo el Maipo y el Mapocho.
Se estima que las precipitaciones continuarán durante el fin de semana, manteniendo a las autoridades y a los productores frutícolas en alerta ante posibles daños adicionales. La falta de infraestructura hídrica adecuada se vuelve una problemática crucial que requiere atención y soluciones a largo plazo para proteger a la industria frutícola y a las comunidades afectadas.