El patrón climático adverso, relacionado con lo que algunos llaman un "Niño negativo," ha generado preocupaciones en el sector agrícola.
El estado de Mato Grosso, conocido como la región de mayor crecimiento en la producción de soja en Brasil, se encuentra actualmente bajo el impacto de condiciones climáticas inusuales. La falta de lluvias y las altas temperaturas han llevado a una creciente preocupación entre los productores locales.
Estas condiciones climáticas atípicas se han relacionado con lo que los expertos llaman un "Niño negativo," un fenómeno climático que ha afectado no solo a Mato Grosso, sino también a otras regiones de Brasil. Esta situación no solo amenaza los cultivos de soja, sino que también ha provocado una sequía en la región amazónica, lo que ha llevado al agotamiento de los ríos del Amazonas y ha afectado el transporte de granos en el norte de Brasil.
En el sur del país, la situación es igualmente preocupante. Los agricultores de Rio Grande do Sul, el tercer mayor productor de soja en Brasil, han experimentado retrasos en la siembra debido a un exceso de lluvias que ha vuelto el suelo inadecuado para la siembra.
Aprosoja-MT, la asociación de productores de soja en Mato Grosso, advierte que las condiciones climáticas extremas pueden aumentar los costos de producción para aquellos agricultores que necesitan replantar sus cultivos. Además, existe el riesgo de que la siembra de maíz y algodón en Brasil no se realice en la ventana climática ideal en la región del Centro-Oeste.
A pesar de estas dificultades climáticas, tanto el gobierno como los analistas mantienen la esperanza de que Brasil logrará una cosecha récord de soja en la temporada 2023/24, estimando un rango de entre 162 y 164 millones de toneladas.
Según datos de Aproclima, un proyecto de seguimiento climático de Aprosoja-MT, algunas áreas del sur de Mato Grosso han experimentado temperaturas extremadamente altas, superando los 44 grados centígrados. La precipitación en la región ha estado por debajo del promedio en los últimos siete días, con menos de 20 milímetros de lluvia en las áreas más afectadas.
Mato Grosso desempeña un papel crucial en la producción de soja de Brasil, representando casi el 30% de la producción total. Sin embargo, el tiempo seco de los últimos días ha retrasado la siembra de soja en la región, y las perspectivas de lluvia para la próxima semana no son del todo favorables.
Fernando Cadore, presidente de Aprosoja-MT, enfatiza la urgencia de la situación, señalando que muchos lugares requieren replantación, pero la evaluación solo podrá realizarse después de que llegue la lluvia. Las altas temperaturas y la falta de precipitación hacen que la situación sea extremadamente adversa, generando incertidumbre entre los agricultores.
Este fenómeno climático adverso sigue siendo un desafío importante para la comunidad agrícola en Brasil, y los productores continúan monitoreando de cerca la situación mientras esperan condiciones climáticas más favorables.