Este escenario se desarrolla en un contexto donde el dólar contado con liquidación y el dólar MEP cerraron a $1.118 y $1.071 respectivamente, mientras que el dólar libre marcó una ligera alza, situándose en $1.095.
La brecha cambiaria, actualmente en torno al 40% respecto al dólar oficial y solo un 15% contra el dólar utilizado por los importadores, alimenta especulaciones sobre si el dólar ha tocado su piso o si aún existe margen para una apreciación adicional del peso. Paralelamente, crece la expectativa sobre la eliminación de las restricciones cambiarias, en línea con declaraciones del presidente Javier Milei, quien anticipó la posibilidad de unificar y liberar el mercado cambiario en junio.
Consultatio, una firma financiera, señaló que los recientes datos positivos en materia fiscal y de inflación contribuyeron a la apreciación de los bonos en dólares y a la caída del CCL. Sin embargo, advierten que los factores detrás de esta dinámica no son permanentes y que el mercado podría revertir esta tendencia si comienza a cuestionar la sostenibilidad del programa económico.
La importancia del ancla fiscal y la reducción de la inflación núcleo, que pasó del 28% en diciembre al 20% en enero, son recibidos positivamente por el mercado, que ve con buenos ojos los esfuerzos del gobierno por ajustar las cuentas públicas. A pesar de estos indicadores alentadores, persiste la incertidumbre sobre el verdadero valor del dólar y su impacto en la economía argentina.
Javier Casabal de AdCap reflexiona sobre la caída del CCL a niveles de $1.100, destacando que este precio se encuentra significativamente por debajo del promedio considerado de "normalización" macroeconómica. Este análisis sugiere una comparación con el período post-pandemia, cuando Argentina reducía su déficit fiscal y generaba superávit comercial, lo que permitía al BCRA acumular reservas.
En este contexto de fluctuaciones del dólar y debates económicos, el futuro del cepo cambiario y la dirección del mercado financiero argentino siguen siendo temas de discusión primordiales para inversores y analistas, marcando un período de incertidumbre y expectativa en la economía del país.