La economía está como el clima, caliente. A los problemas habituales, estacionales, hay que sumar las dificultades por los controles de importaciones que en muchos sectores se está agudizando.
Por otra parte, el problema es muy serio si pensamos que ha sido la liquidación de exportaciones agropecuarias más alta de la historia, más de 40 mil millones de dólares y aún así es necesario que haya restricciones a las importaciones. Las limitaciones a las exportaciones e importaciones son el caso más obvio de profundizar un problema.
Con el dudoso argumento que el gobierno tiene prioridad sobre los dólares y tiene un derecho extraterrestre a asignarlos, resulta que se dificultan las importaciones que permiten producir. Pareciera que el exportador requiere una atenta lectura al Boletín Oficial cada mañana.
Hay medidas que producen masivas transferencias de recursos. Se benefician algunos a costas de otros y el caso del dólar soja es un Frankenstein disfrazado de Papá Noel.
¿La sequía va a agudizar este problema de falta de dólares?Todo esto se podría de alguna manera reducir o moderar si no hubiera cada vez más restricciones cuantitativas a las exportaciones: la carne, el trigo y el maíz siguen con restricciones para exportar. La sequía va a complicar mucho este año y más si pensamos que gran parte de la cosecha ya fue liquidada por anticipado, por el dólar soja.
La sequía, más las restricciones a importaciones crean un problema de balanza comercial: ya se cobró por anticipado gran parte de la exportación de soja, habrá menor cosecha, y las compras externas postergadas tendrán que pagarse algún día.
En estos días hemos visto en varios medios los logros de la gestión Massa. Bienvenidos sean. Me sorprende que no se hayan mencionado los costos o diferimientos que trae. Creo que el más serio es el tema de Precios Justos, que sumado a costos elevados hace muy difícil que las empresas puedan mantener su capital de trabajo. Cada día se distorsionan más los precios relativos y 2023 comienza con algunos aumentos.
Tenemos de una vez por todas que aprender a mirar el largo plazo. O bueno, si eso no es fácil por urgencias de todo tipo, por lo menos entender la contrapartida de cada decisión. En 2022 el Gobierno decidió postergar problemas actuales, a costa de problemas futuros.
¿Es posible llevar la inflación al 3% en abril, como dice el ministro Massa?
Me cuesta mucho creer que sea posible. Ojalá tenga razón el ministro, pero no va a ser porque las empresas produzcan más, sino porque están obligadas por el control de precios.
Por otra parte, no se pueden controlar todos los precios y corremos el riesgo que haya faltantes. Hay que sumar a la restricción de importaciones y el control de precios, lo que ya está anunciado como el incremento de tarifas públicas, de pre pagas, además siempre que comienzan las clases hay algún cambio en precios, todo eso hace que sea difícil pensar en que baja la inflación.
¿Qué previsión tiene sobre la evolución de la actividad económica este año?
Indudablemente va a haber dificultades, siempre por el tema de los muchos controles y la poca divisa y enormes distorsiones. Por otra parte, depende de cuál sea el mes de comparación, porque por ejemplo en febrero y marzo del año pasado había faltante de gasoil entonces este año creo que no va a haber ese problema, pero cuando lo comparen con esos meses va a dar que estamos mejor por el bajo nivel de comparación por la baja actividad de aquellos meses.
Esta semana Economía extendió el vencimiento de la deuda en pesos, ¿cómo analiza esta situación, es manejable?
Es un problema terrible. Es postergar y aumentar los problemas en lugar de intentar solucionarlos.
Pese a la inflación y a la alta cotización del dólar, hay mucha gente que salió de vacaciones en el interior y al exterior...
Siempre hay gente que puede salir de vacaciones, a lo mejor se controlan más los gastos o están menos días. Hay que imaginar que si en un país de 47 millones de habitantes no puede haber gente que se tome vacaciones, realmente tendríamos la prueba más cabal del fracaso del modelo económico.
Por otro lado, es muy difícil ahorrar y siempre es más simpático pensar en las vacaciones ya que no se pueden hacer inversiones más grandes como un auto u arreglar la cocina de la casa.