Según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la expectativa de una superficie cultivada potencialmente récord se ve frenada por los "márgenes ajustados" del productor, exacerbados por los altos impuestos, además del costo de los insumos y un precio deprimido del trigo.
La entidad señala que el 12% de derechos de exportación representa una carga insostenible que "estrangula de muerte la rentabilidad" de los agricultores, sumándose a una serie de gastos que hacen que la actividad sea poco rentable. Este escenario desalentador podría llevar a una reducción en la inversión en tecnología y afectar la calidad de las cosechas futuras, impactando no solo a los agricultores sino a toda la cadena de valor agrícola.
CRA advierte que los productores que arriendan sus tierras podrían enfrentarse a balances "definitivamente negativos", mientras que aquellos con tierras propias apenas cubrirían sus costos. En respuesta a esta difícil situación, la entidad urge al Gobierno a reconsiderar las políticas de retenciones para fomentar un entorno más favorable para la producción agrícola, esencial para el desarrollo económico y social de las comunidades rurales del país.