La empresa avícola Granja Tres Arroyos, líder en producción de pollos en Argentina, atraviesa una crisis laboral de gran magnitud. Miguel Ángel Klenner, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, denunció que la compañía está utilizando estas desvinculaciones como una estrategia para presionar por condiciones laborales más flexibles.
Buscan reducir la dotación de personal y precarizar el empleo", afirmó en una entrevista radial. La situación se agravó tras la presentación de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) en diciembre ante la Secretaría de Trabajo.
La empresa argumentó problemas económicos y planteó la necesidad de despedir a 700 empleados o aplicar una reducción salarial del 21%. Si bien el Gobierno nacional aprobó el plan, la resistencia sindical postergó su ejecución, aunque ahora los despidos comenzaron a concretarse.
Hoy a partir de las 7 de la mañana, los trabajadores iniciarón una protesta frente a la planta en rechazo a las cesantías. La movilización contará con el apoyo de la Confederación General del Trabajo (CGT), que exigió soluciones inmediatas para preservar las fuentes laborales.
Según el gremio, Granja Tres Arroyos ha recibido subsidios estatales y créditos blandos en los últimos años sin que se haya reflejado una mejora en la infraestructura. "Las instalaciones están obsoletas, y ahora la empresa intenta ajustar gastos a costa de los trabajadores", denunció Klenner. Además, aseguró que las indemnizaciones abonadas fueron incompletas, cubriendo solo el 50% del monto correspondiente.
La crisis en la empresa sorprende, dado que el sector avícola venía mostrando signos de recuperación tras la influenza aviar.
Datos oficiales de la Secretaría de Agricultura indican que las exportaciones de carne de ave crecieron un 20% en volumen y un 26% en valor durante 2024, con importantes envíos a Arabia Saudita, Vietnam y Brasil. No obstante, desde la firma sostienen que la alta carga impositiva y el tipo de cambio afectan la competitividad en el mercado internacional.
La situación se vio agravada por el cierre de la planta de Tristán Suárez (ex Cresta Roja) en octubre pasado, lo que marcó un punto de inflexión en la industria avícola. Granja Tres Arroyos, fundada en 1965, cuenta con ocho plantas en todo el país y una producción diaria de 700.000 pollos. Sin embargo, las recientes decisiones de ajuste reflejan un panorama incierto para su futuro.
El sindicato anunció que continuará exigiendo la reincorporación de los empleados despedidos y no descarta intensificar las medidas de protesta en caso de no obtener respuestas satisfactorias por parte de la empresa.