Conveagro, la Asociación Nacional de Productores Ecológicos (ANPE Perú) y otras entidades han lanzado una campaña de recolección de firmas en contra de la propuesta del ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, de levantar la moratoria sobre el uso de semillas transgénicas en el país. La medida, vigente hasta 2035, es vista como perjudicial para la alimentación nacional y la agroexportación, que se beneficia de la demanda de productos orgánicos en mercados desarrollados.
La iniciativa propuesta busca permitir el cultivo de maíz y algodón transgénicos en la costa peruana para reducir la dependencia de importaciones y fomentar la producción local. Sin embargo, los detractores argumentan que la medida fomentaría el monocultivo y podría perjudicar a los pequeños agricultores que constituyen el 70% de la producción alimentaria del país sin depender de estos insumos.
Críticos como la economista Angie Higuchi y el ingeniero agrónomo Luis Gomero Osorio cuestionan que la adopción de transgénicos no aborda los problemas estructurales de la agricultura familiar, como la falta de asistencia técnica y acceso al crédito, y alertan sobre los riesgos potenciales para la biodiversidad agrícola y la soberanía alimentaria de Perú.