En lo que va del 2025, el fuego ha consumido más de 200.000 hectáreas, afectando principalmente a los municipios de Curuzú Cuatiá, Mantilla, Bonpland y Paso de los Libres. La situación se agrava con condiciones climáticas extremas y la falta de recursos suficientes para combatir los incendios.
Un desastre en expansión
Según datos del Comando Operativo de Emergencia (COE), en enero se perdieron 127.000 hectáreas, mientras que en solo 11 días de febrero, las llamas arrasaron otras 73.000 hectáreas, superando la mitad de lo destruido en el mes anterior. En promedio, se están quemando 7.000 hectáreas por día en febrero.
La magnitud del desastre recuerda a la crisis de 2020-2021, cuando el fuego devastó más de un millón de hectáreas en la provincia.
Condiciones climáticas adversas y recursos insuficientes
Las altas temperaturas -que superan los 40°C- y la prolongada sequía dificultan la tarea de los brigadistas, quienes trabajan al límite de sus capacidades. A esto se suman ráfagas de viento de hasta 50 km/h, que avivan las llamas y complican las operaciones de contención.
Pese a los esfuerzos del gobierno nacional, que envió dos aviones, un helicóptero, 33 brigadistas y un coordinador aéreo, la falta de personal y equipamiento sigue siendo un problema crítico. Desde Defensa Civil de Corrientes advierten que las brigadas son insuficientes: "Hay equipos trabajando, pero en algunos casos son solo dos personas por camioneta, lo que no alcanza para enfrentar la magnitud del incendio".
Evacuaciones y cortes de rutas
El avance del fuego ha obligado a interrumpir la ruta nacional 14 en Paso de los Libres, dejando a numerosos automovilistas sin alternativa más que regresar. Además, los focos más peligrosos se concentran en:
Solari y la ruta 123 (camino a Paso de los Libres).Perugorría, en el departamento de Curuzú Cuatiá.Loma Alta, en el departamento de San Martín.
Esperanza en las lluvias
Mientras los incendios siguen avanzando, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta roja por calor extremo para este martes 11 de febrero, con temperaturas que seguirán por encima de los 40°C.
Sin embargo, hay una luz de esperanza: se esperan tormentas para el miércoles y jueves, lo que podría ayudar a mitigar la propagación del fuego. Aun así, expertos advierten que la cantidad de lluvia podría no ser suficiente para sofocar por completo los focos activos.
La crisis en Corrientes sigue en curso, y la provincia enfrenta una carrera contrarreloj para evitar que el desastre alcance niveles aún más catastróficos.