Aunque la mayoría de los focos de fuego han sido controlados, el riesgo de incendios sigue siendo extremadamente alto, con más de diez puntos críticos en el territorio provincial y un clima que favorece la propagación del fuego. Las autoridades advierten que este escenario podría generar una crisis similar a la de hace tres años, cuando los incendios arrasaron vastas zonas de la provincia.
Con herramientas improvisadas y equipos especializados, los bomberos de Corrientes no descansan. Registros indican que, en promedio, los cuarteles reciben hasta cinco salidas diarias, con la colaboración constante de bomberos de municipios vecinos. En respuesta a la emergencia, el gobierno provincial ha activado todos sus recursos, incluyendo más de 100 camionetas 4x4, 25 autobombas y apoyo aéreo con aviones y helicópteros. Además, organismos nacionales como el Ejército, Prefectura y Gendarmería se encuentran colaborando activamente en la zona.
Luis Mestres, secretario de Desarrollo Foresto Industrial de Corrientes, destacó que el clima sigue siendo uno de los principales factores detrás de los incendios. La escasez de lluvias y las altas temperaturas han creado condiciones ideales para la propagación del fuego. "Venimos de una primavera que fue lluviosa, lo que generó mucho pasto seco que hoy es combustible", explicó. Además, el flujo turístico durante la temporada de verano contribuye a la acumulación de materiales inflamables, como el combustible en las rutas nacionales, lo que aumenta el riesgo de nuevos focos de incendio.
Aunque la mayoría de los incendios han sido controlados, los índices de peligro continúan siendo alarmantes, con niveles de riesgo "muy alto" y "extremo" para el uso del fuego en diversas zonas. Las autoridades informaron que, como medida preventiva, todos los permisos para quemas controladas han sido suspendidos, un esfuerzo clave para evitar que las quemas autorizadas se conviertan en incendios descontrolados.
El Ministerio de Producción de Corrientes ha intensificado la prevención y el cumplimiento de la Ley de Manejo del Fuego, con estrictos controles en las quemas controladas. "Lo que tratamos de evitar es que una quema controlada se transforme en un incendio masivo", señaló Mestres. La buena coordinación entre los organismos nacionales y provinciales ha sido fundamental para hacer frente a esta crisis, aunque aún queda trabajo por hacer, especialmente en lo que respecta a mejorar la vialidad y las condiciones de las rutas para evitar que se conviertan en un obstáculo en las tareas de prevención y combate de incendios.
Los bomberos, brigadistas y policías han realizado casi 300 intervenciones entre jueves y domingo, demostrando un esfuerzo conjunto que, aunque ha logrado controlar los incendios, no es suficiente para eliminar el riesgo, que sigue siendo extremadamente alto. La comunidad ha comenzado a tomar conciencia, pero las autoridades insisten en que la prevención es la clave.
Para el gobierno de Corrientes, la concientización sobre el uso adecuado del fuego como herramienta productiva es fundamental. A pesar de los esfuerzos de prevención, aún persisten actitudes irresponsables que contribuyen a la propagación del fuego. "Hay que enseñar a usar el fuego en el momento y forma adecuados, como una herramienta productiva", indicó Mestres. Aunque la situación está controlada por el momento, las autoridades continúan insistiendo en la importancia de la prevención y la colaboración de todos los sectores para evitar una tragedia similar a la ocurrida hace tres años.
La provincia sigue trabajando en la mejora de los recursos disponibles y en el fortalecimiento de su estrategia de prevención, confiando en que, con la colaboración de la comunidad y los esfuerzos conjuntos, el riesgo de incendios puede ser controlado, minimizando los daños y asegurando la seguridad de los habitantes y del medio ambiente.