Un nuevo desafío fitosanitario se cierne sobre los productores de soja en Argentina. Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA han detectado una mutación en el patógeno Septoria glycines, responsable de la enfermedad conocida como "mancha marrón", que le confiere resistencia a todos los fungicidas del grupo de las estrobirulinas.
Este hallazgo, comunicado por la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid, advierte sobre la creciente dificultad para controlar esta enfermedad de fin de ciclo (EFC), la cual afecta gravemente los rendimientos de soja en el país. La REM informó que durante la campaña 2023/24, la "mancha marrón" se detectó en el 89% de los departamentos relevados, lo que demuestra su prevalencia.
La enfermedad se manifiesta en las hojas como pequeñas manchas marrones irregulares, que luego se expanden hasta cubrir grandes áreas y provocar defoliación severa. Las condiciones ambientales que favorecen su desarrollo incluyen temperaturas superiores a 21ºC y alta humedad. El hongo, además, puede sobrevivir en los rastrojos y semillas, complicando aún más su control.
Resistencia confirmada
Los especialistas Francisco Sautua, Cecilia Pérez Pizá y Marcelo Carmona, de la Cátedra de Fitopatología de la Fauba, fueron los primeros en confirmar la aparición de una cepa resistente a las estrobilurinas, una clase de fungicidas que ha sido clave en la lucha contra esta enfermedad. Esta resistencia eleva la necesidad de redoblar esfuerzos en la implementación de estrategias preventivas y de manejo integrado para evitar la propagación de subpoblaciones resistentes del patógeno.
Medidas de manejo y prevención
La REM recomienda a los productores adoptar una serie de prácticas para mitigar el impacto de la resistencia. Estas incluyen la rotación de cultivos, el tratamiento eficiente de semillas, y el uso de variedades tolerantes. Además, se aconseja ajustar la densidad de siembra y el espaciamiento entre surcos para evitar la dispersión del hongo mediante el agua de lluvia.
En cuanto a los tratamientos químicos, los expertos sugieren la rotación y mezcla de fungicidas de diferentes grupos, el uso de dosis adecuadas y la aplicación de productos multisito. El monitoreo constante de los cultivos, tanto antes como después de la aplicación de agroquímicos, resulta fundamental para detectar posibles fallos en el control.
Este descubrimiento subraya la importancia de la vigilancia constante y el manejo proactivo de la "mancha marrón" para garantizar la sostenibilidad de la producción de soja en el país.