El Gobierno nacional, finalmente, aumentará dos puntos las retenciones a las exportaciones de aceite y harina de soja para fondear un fideicomiso público que permita subsidiar 3,8 millones de toneladas de trigo para la molinería. La medida se terminó de definir el miércoles por la noche, según confirmaron a BAE Negocios desde el Ministerio de Agricultura, la cartera de Desarrollo Productivo y los exportadores nucleados en CIARA-CEC.
Tal como había anticipado BAE Negocios , el Gobierno creará un fideicomiso público que podría reunir 450 millones de dólares -aunque desde la industria sostienen que los recursos serán del triple- para congelarle a la molinería el precio del trigo en torno a los 25.000 pesos la tonelada. A diferencia de los instrumentos vigentes, éste será administrado por el Estado nacional.
El último grito de los exportadores fue que, ante la decisión consumada, en vez de subsidiar a los molineros los recursos fueran directamente a las panaderías. El Gobierno rechazó la propuesta. Esto tiene una explicación. La producción de pan tradicional se encuentra atomizada en un universo estimado de entre 15.000 y 20.000 panaderías pymes. Es decir, los formadores de precios deben buscarse en los otros eslabones de la cadena, altamente concentrados.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, llevó adelante las negociaciones con Agricultura, la industria y el presidente Alberto Fernández. A diferencia de cuando lo mandó a callar, esta vez hubo sintonía fina con Roberto Feletti, secretario de Comercio Interior. Es que la suba de precios como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania se hizo evidente en marzo: la harina 000 ya aumentó un 19 por ciento.
Entre las medidas que se anunciarán en las próximas horas, también habrá un robustecimiento para el Fideicomiso del aceite. Según datos de la industria, ese fideicomiso cuenta con 190 millones de dólares los cuáles quedarían cortos ante la suba de los precios internacionales. Los recursos solo alcanzarían para junio. Desde Gobierno indicaron a BAE Negocios que se necesitarán, como mínimo, otros 200 millones de dólares para evitar disparadas de precios.
Por lo tanto, el Gobierno aceptó abrir las autorizaciones de exportación de trigo de la campaña 2023 para que las cerealeras adelanten el pago de derechos de exportación, recursos que irán al fideicomiso del aceite. Según indicaron a este diario desde CIARA, la industria podría adelantar 700 millones de dólares en concepto de retenciones en una semana.
Por Sebastián Premici