Inversores se encuentran en vilo mientras se revela un déficit millonario y la falta de documentación financiera confiable.
En un giro inesperado, Conexión Ganadera, una de las principales firmas de inversión en ganado de Uruguay, ha colapsado tras descubrirse que su modelo financiero operaba bajo un esquema Ponzi. La noticia ha causado gran preocupación entre los ahorristas, muchos de los cuales temen perder sus inversiones tras la revelación de un déficit millonario y la falta de documentación confiable sobre el estado financiero de la empresa.
El contador Ricardo Giovio, quien fue contratado por la propia firma para evaluar la situación, afirmó en un streaming dirigido a los inversores que "la salida para recuperar el 100% de lo invertido no va a estar". Además, destacó que la empresa había mantenido una renta fija en un sector con ingresos variables, lo que generó una estructura insostenible. "Todas las timbas terminan como terminan todas las timbas", sentenció Giovio.
La caída de Conexión Ganadera no es un hecho aislado, sino que se enmarca en las dificultades económicas que ha enfrentado el sector ganadero en los últimos años. Las crisis de empresas similares, como Grupo Larrarte y República Ganadera, contribuyeron a acelerar el colapso de la firma. Según Giovio, la empresa tiene un déficit de hasta 230 millones de dólares.
Fundada en 1999, Conexión Ganadera creció tras la crisis económica de 2002, ofreciendo inversiones en ganado como alternativa a los productos bancarios tradicionales. Con el paso del tiempo, la empresa se consolidó como líder del sector, brindando a pequeños productores acceso a financiamiento mientras los inversores recibían una rentabilidad fija. En su punto más alto, las tasas de retorno alcanzaron el 11%. Sin embargo, muchos expertos advertían que tales tasas eran insostenibles.
El punto crítico llegó en noviembre, cuando la caída de otras empresas similares evidenció las dificultades de solvencia de Conexión Ganadera, dejando a miles de ahorristas en una situación precaria. La empresa dejó de presentar sus estados financieros ante la Auditoría Interna de la Nación en 2022, un hecho que se atribuye a una posible caída de ingresos por debajo de los US$ 3.800.000 anuales, según el abogado Leonardo Costa, que representa a unos 300 ahorristas.
Además, Conexión Ganadera no está regulada por el Banco Central, lo que ha dificultado el control sobre sus operaciones. Aunque Pablo Carrasco, socio de la empresa, aseguró que están en conversaciones para contratar una empresa auditora, el contador Giovio calificó la firma como "inauditable".
La situación se complica aún más con denuncias por estafa presentadas ante la justicia, que buscan frenar la fuga de bienes de la empresa. El abogado Ignacio Durán, que representa a más de 100 inversores, solicitó el embargo de bienes y la prohibición de salida del país para Pablo Carrasco, el único socio activo tras la muerte de Gustavo Basso en noviembre pasado.
Este caso sigue en desarrollo, mientras autoridades, abogados e inversores buscan una salida a la crisis que ha sacudido profundamente al sector ganadero y financiero de Uruguay.