20 de diciembre de 2024
Las recientes lluvias en la Región Núcleo han generado un impacto dispar entre sectores, beneficiando a algunas áreas y dejando otras en condiciones complejas por la falta de agua. Según un reciente reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, las precipitaciones alcanzaron hasta 100 mm en sectores del sudoeste, como Laboulaye, Córdoba. Este aporte mejoró significativamente las reservas hídricas en el oeste de la región, ofreciendo un alivio para los cultivos de maíz y soja de segunda.
Sin embargo, en el noreste bonaerense y otras áreas del norte de la región, las reservas de humedad siguen siendo insuficientes. Allí se necesitan entre 80 y 120 mm en los próximos días para garantizar condiciones óptimas. Este contraste evidencia las marcadas diferencias dentro de la región, donde las lluvias benefician a unos sectores mientras otros enfrentan desafíos importantes.
Además, el informe resalta que eventos extremos, como el granizo en Corral de Bustos, destruyeron más de 50.000 hectáreas de cultivo. Estas adversidades climáticas, sumadas a las variaciones en las precipitaciones, subrayan la importancia del monitoreo constante y la necesidad de estrategias adaptativas para la producción agropecuaria.
Los cultivos de maíz y soja de segunda mostraron un avance dispar en la Región Núcleo. Según un reciente reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, en áreas como el noreste bonaerense, localidades como General Pinto reportaron que el tiempo apremia para finalizar la siembra de maíz tardío, mientras que en el centro-sur santafesino, localidades como María Susana destacan por una mayor proporción de siembra tardía, alcanzando el 30%. A pesar de estos avances, la disponibilidad de humedad continúa siendo un factor determinante, con zonas que aún necesitan lluvias significativas para asegurar el desarrollo del cultivo.
En el caso de la soja de segunda, el 97% del área intencionada ya está sembrada, aunque algunas localidades presentan problemas puntuales. En María Susana, las lluvias obligaron a la resiembra de algunos lotes, mientras que en Bigand se observaron problemas de emergencia en terrenos que recibieron precipitaciones intensas tras la siembra. En Corral de Bustos, las diferencias en las precipitaciones dentro de la misma zona generan un escenario heterogéneo, donde los cultivos enfrentan desde buenas condiciones hasta estrés hídrico según la disponibilidad de humedad acumulada.