.Para la soja, cuya siembra recién comienza, estas precipitaciones llegan en un momento ideal, asegurando un mejor arranque. Este alivio climático también mejora el estado de los cultivos de fina en las áreas más afectadas. Sin embargo, a nivel global, mientras Estados Unidos avanza rápidamente en la cosecha de sus granos, la siembra de soja en Brasil sigue retrasada, generando incertidumbre en los mercados.
Precipitaciones Oportunas
En un contexto clave en la definición de rendimientos de los cultivos de fina y en medio de la ventana de siembra de los cultivos de gruesa, las recientes precipitaciones han mejorado las condiciones en zonas que hasta hace una semana sufrían una marcada falta de humedad.
Gráfico Nro1: Agua útil en capa arable pre y post lluvia
Hace dos semanas, en el Panorama Agrícola Semanal (PAS), se advirtió que el avance de siembra de maíz y girasol estaba limitado por la falta de humedad. La zona núcleo mostraba niveles de humedad subóptimos para el maíz, lo que retrasó su avance y comprometía alcanzar el área proyectada. De manera similar, el girasol presentaba retrasos en la siembra por la escasez de humedad en el centro y norte del área agrícola, generando que a nivel país se registre un avance de siembra del 10,3%, el más bajo de los últimos 25 años, según nuestros registros.
En cuanto al trigo, la condición regular a mala empeoró en casi todas las regiones, salvo en el sur del país, donde las condiciones hídricas fueron adecuadas al momento de la siembra y se han mantenido estables durante el ciclo de crecimiento. En el centro agrícola, el porcentaje de cultivos en malas condiciones ha aumentado al 28%, mientras que en julio no se reportaban problemas significativos. Asimismo, en la región centro oeste, la situación se ha deteriorado, pasando del 3% de cultivos en malas condiciones al 54%, y en la región norte, del 5% al 74%.
Gráfico Nro2: Precipitaciones últimos 7 días (en mm)
Fuente: Bolsa de Cereales en base a Ciag/Fauba.
Sin embargo, las recientes lluvias que se concentraron principalmente en la región núcleo del país y en menor medida en el norte, permitirían avanzar con las siembras de girasol, maíz temprano y soja de primera. En el centro-norte del área agrícola, algunos productores podrían sumar hectáreas de girasol, y en el NEA, donde la siembra comenzó en agosto, mejorarían las condiciones. Por otro lado, respecto a los cultivos de invierno, habría una mejora en sus condiciones en aquellas regiones que se encontraban comprometidas por la escasez de lluvias. En este sentido, estando dentro de la ventana de siembra en gran parte del país, las recientes lluvias alivian o reducen la incertidumbre desde el aspecto climático.
Evolución reciente de los precios
El ciclo 2024/25 no solo plantea retos significativos desde el punto de vista productivo y climático, sino que también en términos de mercado, en un contexto internacional donde Brasil y Estados Unidos anticipan su segunda mayor cosecha histórica de maíz y habría cosecha récord de soja en ambos países, según estimaciones de la CONAB y del USDA.
A medida que la cosecha de Estados Unidos se va materializando rápidamente en medio de un clima oportuno, el avance en soja ha alcanzado el 67% del área estimada, respecto al 57% del ciclo anterior y al 51% del promedio de los últimos 5 años. En el caso del maíz, la recolección ha llegado al 47%, también por encima del 42% del ciclo pasado y del 39% del promedio de los últimos 5 años en un contexto de rendimientos récord de 115 qq/ha, ubicándose por encima del ciclo previo donde hubo récord de producción. Esto dejaría como consecuencia los mejores niveles de stock final de las últimas 4 campañas. Sin embargo, las bajas en el precio del maíz se limitan ante las malas condiciones observadas en la Unión Europea y el Mar Negro.
Frente a este panorama, la atención se desplaza hacia América del Sur, especialmente Brasil, donde la siembra de soja muestra un marcado retraso. Al 13 de octubre, solo se ha sembrado el 9,1% del área proyectada, comparado con el 19% registrado en la misma fecha del ciclo anterior. En Mato Grosso, el principal estado productor, el avance es del 7,8%, muy por debajo del 35,2% alcanzado el año pasado lo que ha estado afectando en parte a los precios. Esto se debió principalmente al retraso de las lluvias, aunque estas han comenzado a retornar y se esperan nuevas precipitaciones en las próximas semanas, lo que podría mejorar la situación en un mes clave para la siembra de la oleaginosa.
A lo largo de 2024, los precios en Chicago cayeron hasta alcanzar, en términos reales, los niveles más bajos desde 2006 tanto para la soja como para el maíz en agosto. Sin embargo, en septiembre comenzaron a recuperarse, llegando a 167 USD/tn en maíz y 392 USD/tn en soja, los máximos desde finales de julio. Este repunte fue impulsado principalmente por la sequía en Brasil y el aumento de la demanda china, que viene incrementado sus compras en el último tiempo. No obstante, durante la primera quincena de octubre, los precios del maíz y soja retrocedieron un 7% y 5%, respectivamente, debido en parte a los pronósticos de lluvias en Brasil, la abundante oferta y los altos niveles de stock proyectados para esta nueva campaña.
A nivel local, los precios a cosecha de ambos granos siguen la misma tendencia. El precio promedio del MATBA-Rofex para la soja se sitúa en 297 USD/tn, un 12% por debajo del año anterior y un 3% menos al promedio de los últimos cinco años. En cuanto al maíz, el precio alcanza los 185 USD/tn, lo que representa una caída del 6% en comparación con el año pasado y un 4% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
Conclusión
A pesar de que las recientes lluvias en Argentina han mejorado las condiciones para la siembra de cultivos de gruesa y el estado de los cultivos de fina, será clave seguir de cerca la evolución del clima y los cambios en las variables de mercado en las próximas semanas para obtener una visión más clara de lo que puede deparar la campaña 2024/25.
Hasta el momento, se mantienen las proyecciones del Lanzamiento de Campaña Gruesa 24/25, donde la cosecha alcanzaría los 52 millones de toneladas (MTn) para soja, 4 MTn para girasol y 3,3 MTn para sorgo, lo que representaría incrementos interanuales del 3%, 11% y 10%, respectivamente. En contraste, para el maíz se espera una producción de 47 MTn, lo que representa una disminución interanual del 5,1%.
