Este proceso implica manipular los genes, la unidad fundamental de la herencia, para introducir nuevas características en un organismo. El ADN recombinante, que combina secuencias genéticas de diferentes organismos, es el núcleo de esta tecnología.
Técnicas de ADN Recombinante
1. Identificación del Gen Deseado
El primer paso es identificar un gen que codifique la característica deseada. Esto se logra a través de análisis genéticos y bioinformáticos para determinar si un rasgo específico es producto de un gen, facilitando así su transferencia a otro organismo.
2. Clonación del Gen
Una vez identificado, el gen se clona, lo que significa aislarlo y almacenarlo en un vector, como un plásmido bacteriano. Este proceso involucra varias etapas como la extracción y secuenciación de ADN.
3. Caracterización del Gen
Con la secuencia del gen en mano, se utiliza la bioinformática para predecir su función. Posteriormente, se confirma esta función en organismos modelo, como Arabidopsis thaliana o Nicotiana tabacum, para asegurar su correcto funcionamiento.
4. Modificación del Gen
Si es necesario, el gen se modifica para mejorar su expresión en el organismo receptor. Esto puede incluir la adición de secuencias como promotores, que controlan la expresión del gen en el nuevo organismo.
5. Transformación del Organismo Receptor
El siguiente paso es introducir el gen modificado en el organismo receptor, como una planta de maíz, mediante métodos de transformación genética específicos.
6. Caracterización del OGM
Finalmente, el organismo genéticamente modificado (OGM) se somete a análisis molecular y biológico para confirmar la integración y expresión adecuada del gen, y para evaluar su funcionalidad en términos de la característica deseada.
Ejemplo Práctico: Maíz Resistente a Insectos
Un ejemplo concreto de este proceso es la producción de maíz resistente a insectos. Aquí, el gen de interés proviene de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt), conocido por su capacidad para producir una proteína insecticida. Este gen se introduce en plantas de maíz, otorgándoles resistencia a ciertos insectos.
La ingeniería genética y las técnicas de ADN recombinante son fundamentales en la biotecnología moderna, permitiendo mejorar cultivos y producir alimentos más seguros y sostenibles. La creación de cultivos OGM, como el maíz Bt, ilustra el potencial de esta tecnología para enfrentar los desafíos de la agricultura contemporánea.