El presidente Alberto Fernández tiene a la firma un decreto para postergar una actualización de los impuestos a los combustible s, lo que implicará evitar una suba de la nafta cercana al 8% a partir de diciembre.
sí lo anticipó el secretario de Energía, Darío Martínez, en declaraciones a AM 1420. "Ya está iniciado el decreto para postergar la actualización del impuesto a los combustibles. Creemos que hasta que no esté sancionada la nueva Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas lo mejor es dejarlo como está, para que no haya impacto en surtidores", declaró el funcionario.
Desde que se sancionó la reforma tributaria a fines de 2017, los impuestos sobre la nafta y el gasoil se actualizan cada tres meses (en marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año) en base a la inflación del trimestre calendario anterior. En el Gobierno entienden que es una fórmula pro-cíclica, que genera subas de los combustibles que alimentan el salto en los precios.
La nueva ley para promover inversiones petroleras fue presentada en septiembre, pero algunos gobernadores expresaron dudas y su tratamiento en el Congreso es una incógnita.
Un artículo de esa norma busca volver al esquema anterior, por el que los impuestos a los combustibles eran un porcentaje fijo y no un valor establecido.
El efecto que tuvo el cambio fue que desde mediados de 2018 la nafta estuviera entre un 3% y un 7% más barata, según un informe de los dueños de estaciones de servicio nucleados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha).
Solamente en dos años, hasta fines de 2019, el Estado habría dejado de recaudar unos $ 100.000 millones al aplicar esta medida.
De acuerdo a un estudio que mostraron los expendedores, sobre un tanque de nafta súper de 50 litros, el 55,6% del precio de venta queda para las petroleras; el 36,5% en el Estado; y el 7,8% para cubrir los costos de las estaciones, que deben comercializar unos 315.000 litros por mes para llegar al punto de equilibrio.
Los precios de la nafta se mantienen congelados desde mediados de mayo y el Gobierno prometió que así quedarían hasta que termine el 2021.
En la primera parte del año, los combustibles aumentaron un 28% en promedio (unos puntos más en la Ciudad de Buenos Aires), porcentaje que quedó largamente por debajo de la inflación. Los estacioneros creen que en estos meses se acumuló un atraso de 12%.