En medio de una nueva escalada comercial impulsada por la administración Trump, el sector cafetero colombiano enfrenta un escenario complejo pero lleno de matices. El reciente arancel del 10% que impuso Estados Unidos a las importaciones de café colombiano despertó preocupación en el mercado, especialmente porque EE.UU. representa el 40% de las exportaciones cafeteras del país . Sin embargo, la medida también abrió una inesperada ventana de oportunidad competitiva frente a otros productores clave como Brasil y Vietnam.
Lejos de flaquear, el café colombiano atraviesa un momento histórico de productividad . En el primer trimestre de 2025, la producción creció un 36% interanual , alcanzando 3,78 millones de sacos de 60 kg , y en los últimos 12 meses se acumularon 14,99 millones de sacos , la cifra más alta de los últimos 20 años, según datos de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) .
"Logramos mantener un volumen de exportaciones creciente, el mejor primer trimestre de los últimos cinco años, con un 21% de crecimiento frente al mismo período de 2024 ", destacó Germán Bahamón , gerente de la FNC. Según el ejecutivo, esto fue posible gracias al Plan de Acción Solidario (PAS) que mantuvo la compra garantizada aún en momentos de presión financiera para las cooperativas.
Aunque el nuevo arancel genera una preocupación legítima -especialmente por su impacto en los precios al consumidor en EE.UU.-, Bahamón destacó que Colombia mantiene ventajas claras frente a sus competidores más cercanos, quienes fueron gravados con aranceles aún mayores.
"Confiamos en que la diplomacia comercial logrará proteger los intereses de nuestros caficultores. Seguiremos siendo un proveedor confiable, competitivo y diferenciado por producir el mejor café suave del mundo", expresó el titular de la FNC.
En la misma línea se manifestó la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia , quien subrayó que la medida también puede convertirse en una oportunidad comercial si se gestiona estratégicamente . "Se le impusieron aranceles a Brasil y Vietnam, que también son grandes proveedores. Colombia, como segundo exportador a EE.UU., podría incluso mejorar su posición competitiva", afirmó.
Desde el sector privado y el gobierno colombiano se busca convertir la coyuntura en una ventaja estructural. Reforzar la productividad, mejorar los costos y mantener la calidad diferenciada serán los pilares para seguir ganando terreno en los mercados internacionales.
Además del café, el gobierno analiza el impacto en otros productos sensibles como las flores , y no descarta presentar propuestas conjuntas ante organismos multilaterales y foros comerciales.
El arancel del 10% impuesto por EE.UU. al café colombiano genera incertidumbre, pero el contexto juega a favor de Colombia . Con una cosecha récord, una reputación consolidada y competidores más penalizados, el país tiene herramientas para transformar esta presión en una ventaja estratégica.
La clave estará en cómo se articule el diálogo entre el sector público, privado y diplomacia internacional , para proteger uno de los pilares del agro colombiano y aprovechar la oportunidad de reafirmar su liderazgo global en café de alta calidad.