Este miércoles, los mercados financieros enfrentan una doble preocupación que tiene a los inversores en alerta: por un lado, la caída histórica del yen frente al dólar, la más pronunciada desde 1990, y por otro, el colapso de un crucial puente en Baltimore, Estados Unidos, que promete tener "consecuencias globales de largo alcance". Estos eventos podrían tener implicaciones significativas para el comercio mundial y las estrategias de inversión a corto y largo plazo.
La depreciación del yen ha llevado al Banco Central de Japón al borde de intervenir en los mercados monetarios, en un intento por estabilizar la moneda. La situación se intensificó cuando el yen alcanzó un mínimo de 151,97 por dólar, un nivel crítico que anteriormente había desencadenado una intervención directa por parte de Japón en octubre de 2022. La preocupación creciente sobre la moneda llevó a una reunión de emergencia entre funcionarios del Ministerio de Finanzas, el banco central y el regulador financiero, en busca de medidas para frenar la caída.
En Estados Unidos, el derrumbe del puente Francis Scott Key en Baltimore ha interrumpido el tráfico marítimo, afectando el transporte de mercancías críticas como carbón, automóviles y materiales de construcción. Baltimore, conocido por ser uno de los puertos más activos de la costa este y vital para la industria automotriz, enfrenta un posible cuello de botella logístico que podría extenderse por semanas.
Además de estos hechos, el mercado está atento a otros indicadores económicos clave, como el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal (PCE), cuya publicación está prevista para el viernes. Alexandre Hezez, director de inversiones de Group Richelieu, sugiere que esta es una semana para observar cautelosamente mientras se aguardan los datos de inflación de Estados Unidos.
Otros factores que afectan el panorama del mercado incluyen la disminución en los envíos de iPhone de Apple en China, un importante mercado para la compañía, que ha visto caer la demanda de su producto estrella en los últimos meses. Esto se suma a la caída en bolsa de BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos de China, tras reportar ganancias por debajo de las estimaciones, lo que plantea preguntas sobre su capacidad para mantener un crecimiento sólido ante una intensa guerra de precios.
En resumen, la caída del yen y el colapso del puente en Baltimore son eventos críticos que los mercados globales están monitoreando de cerca, junto con otros indicadores económicos y corporativos, para ajustar sus estrategias de inversión ante un panorama económico global incierto.