La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) confirmó que el fenómeno climático La Niña se encuentra activo, aunque con características débiles y de corta duración. Según el último informe del Centro de Predicciones Climáticas, hay un 59 % de probabilidad de que las condiciones persistan hasta febrero-abril de 2025, con una posible transición a un estado ENSO-neutral (sin anomalías significativas) hacia marzo-mayo.
La Niña, parte del sistema ENSO (El Niño-Oscilación del Sur), se caracteriza por temperaturas superficiales del mar (SST) más frías de lo normal en el Pacífico ecuatorial central y oriental. Estas condiciones climáticas pueden afectar patrones de lluvia y temperatura a nivel global.
El análisis de los índices recientes mostró que el Niño-3.4, principal indicador del ENSO, registró -0.7 °C, confirmando el inicio del evento. Sin embargo, las anomalías en los vientos y la convección sugieren que el fenómeno será limitado en intensidad.
¿Cuánto durará y qué impacto tendrá?
Los modelos climáticos predicen que La Niña podría persistir hasta principios del otoño de 2025 en el hemisferio sur, con una transición a ENSO-neutral en los meses siguientes. Las probabilidades actuales indican un 60 % de que las condiciones vuelvan a la neutralidad hacia marzo-mayo.
Según los expertos de la NOAA, este evento será probablemente débil, con baja probabilidad de alcanzar valores extremos en los índices de monitoreo. Esto se debe al momento tardío en que se desarrolló La Niña y a la falta de tiempo para que se fortalezca significativamente.
Aunque la NOAA declaró oficialmente el inicio de La Niña, algunos científicos cuestionan esta categorización. Organismos como el Bureau of Meteorology de Australia argumentan que las condiciones aún podrían permanecer dentro de un estado ENSO-neutral, con periodos que solo se asemejan a los efectos típicos de La Niña.
Además, se destacó que los fenómenos ENSO no siempre presentan impactos inmediatos ni uniformes, especialmente cuando son débiles. Por ejemplo, el índice Oscilación del Sur (IOS) muestra variaciones que podrían influir en las precipitaciones y temperaturas regionales de manera menos pronunciada.
El consenso es que La Niña 2024-2025 tendrá una influencia moderada en los patrones climáticos globales, aunque algunos efectos podrían observarse en regiones sensibles, como Sudamérica y el sudeste asiático.
Con una probabilidad del 40 % de que el fenómeno persista más allá de mayo, los meteorólogos seguirán monitoreando de cerca los desarrollos para ajustar las proyecciones climáticas de los próximos meses.