En 2023, condiciones climáticas adversas provocaron una liquidación de vientres y una venta anticipada de ganado, impactando en la disponibilidad de animales para faenar en 2024.
Durante mayo, la participación de hembras en la faena total alcanzó un 50,3%, consolidando un promedio de 47,8% en los primeros cinco meses del año. Se faenaron 1,168 millones de cabezas de ganado vacuno, un 1,8% más que en abril, ajustado por días laborables. Sin embargo, esto representa una caída del 9,3% anual, enviándose a faena 119.630 cabezas menos que en mayo de 2023.
En el acumulado de enero a mayo de 2024, 358 establecimientos faenaron 5,514 millones de cabezas, un 8,3% menos que en el mismo período del año anterior. Esta reducción en la actividad se tradujo en una producción de 1,255 millones de toneladas de carne vacuna, un 7,8% menos en términos interanuales.
El consumo aparente de carne vacuna en los primeros cinco meses del año fue de 860.100 toneladas, un 14,9% menos que en el mismo período de 2023. Esta cifra es la menor en tres décadas, excluyendo los primeros cinco meses de 2020. El consumo per cápita de carne vacuna se estimó en 44,0 kilos por año, un 15,9% por debajo del promedio de enero a mayo de 2023.
Precios al Consumidor: Dinámica y Comparativas
El Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA) aumentó un 4,3% en mayo, desacelerándose por quinto mes consecutivo. El capítulo de alimentos y bebidas no alcohólicas creció un 5,4% mensual, impulsado por un aumento estacional en el precio de verduras, tubérculos y legumbres.
Dentro del rubro 'carnes y derivados', el precio promedio subió un 2,5% mensual. El pollo entero tuvo el menor incremento, con un 1,3% respecto a abril. Los cortes vacunos también mostraron incrementos moderados: la carne picada común subió un 5,2%, la paleta un 3,1%, el cuadril un 2,8% y la nalga un 0,9%. El precio del asado se mantuvo sin cambios.
Comparando mayo de 2024 con mayo de 2023, los cortes vacunos aumentaron un 283,9% en promedio. La carne picada común lideró con un incremento del 307,8%, mientras que el asado subió un 259,7%. Estos aumentos fueron menores que la suba del precio promedio de la hacienda en pie (297,2% anual) y el nivel general de precios al consumidor (278,9%).
El menor incremento en los precios de la carne en mostrador, en comparación con la hacienda en pie y el IPC, se atribuye a la significativa contracción del poder adquisitivo de las familias en el último año. Esta situación ha llevado a una disminución en el consumo per cápita de carne vacuna.
