De acuerdo con los datos informados por el INDEC, en mayo se exportó un total de 55,3 toneladas peso producto de carne vacuna cifra que llevada a su equivalente res con hueso -lo cual implica a su vez descontar determinadas subpartidas informadas como cortes de carne sin deshuesar- arrojaría un total cercano a las 68,2 mil toneladas. Confirmada esta cifra, se trataría del segundo mes consecutivo con un importante escalón a la baja luego de un febrero y marzo por arriba de las 80 mil toneladas
equivalente res con hueso -lo cual implica a su vez descontar determinadas subpartidas informadas como cortes de carne sin deshuesar- arrojaría un total cercano a las 68,2 mil toneladas. Confirmada esta cifra, se trataría del segundo mes consecutivo con un importante escalón a la baja luego de un febrero y marzo por arriba de las 80 mil toneladas equivalentes.
Si bien en el acumulado de los primeros cinco meses a mayo, el volumen exportado sigue siendo un 10% superior al registrado un año atrás (384 vs 349 milton), estas últimas caídas no resultan despreciables si consideramos que el destino que mayor volumen pierde es precisamente China, por lejos, el mercado de mayor incidencia en el total de nuestras exportaciones.
En mayo, los embarques a este destino cayeron casi un 15% en volumen, lo que reduce su participación del 75% al 69% del total. Aun así, sigue quedando muy lejos del 10% que a la fecha lleva la Unión Europea y del creciente 7,5% con el que actualmente participa Estados Unidos.
Si bien, esta baja en las exportaciones también responde a factores internos tanto cambiarios como fiscales que vienen presionando los números de la industria desde hace varios meses y, en consecuencia, restando competitividad en los mercados externos, lo cierto es que China también está haciendo su parte. En efecto, en los últimos meses ha intensificado su política de diversificación de proveedores, habitando decenas de nuevas plantas, incluso en orígenes con relaciones comerciales hasta entonces poco desarrolladas como es el caso de Bolivia.
Si observamos los datos informados por la misma Aduana China para los primeros cinco meses del año, vemos cómo este origen sudamericano ha incrementado su participación, llegando a colocar unas 45 mil toneladas este año, apenas 12 mil menos que Estados Unidos. Asimismo, se observa un crecimiento sostenido en otros proveedores menores quienes en 2021, a causa de la fuertes restricciones impuestas por política sanitaria contra el Covid habían quedado fuera del mercado y paulatinamente están recuperando su participación.
En efecto, al analizar los dos competidores más importantes de la región -Brasil y Uruguay- tomando como base los números de despacho desde cada uno de los orígenes, se observa una clara desaceleración en la participación china.
Brasil, aun con la fuerte presión que ejerce en el mercado para colocar su saldo exportable, reduce su participación de ventas a China, ampliando su penetración en otros mercados, especialmente del mundo árabe. En lo que va del año, de enero a mayo,
la participación de China/Hong Kong sobre el total de carne exportada por Brasil se redujo del 53% al 49%, aun considerando la disrupción de exportaciones a este destino sufrida el año pasado durante los primeros meses de este mismo período.
En el caso de Uruguay, es quizás más evidente el rebalanceo que está generando en sus exportaciones. Hasta el año pasado, a esta misma fecha, cerca del 60% de sus exportaciones de carne vacuna tenían por destino China mientras que, actualmente esa participación se reduce al 40% con menos de 84 mil toneladas equivalente carcasa de las 209,4 mil embarcadas a todo destino de enero a mayo de este año. Sucede que, a medida que China iba perdiendo fuerza como comprador de grandes volúmenes, Uruguay ha sabido direccionar muy estratégicamente sus ventas hacia Estados Unidos, destino que en mayo llegó a romper esa hegemonía que mantuvo China en la última década como principal comprador y en lo que va del año participa nada menos que en el 30% de sus ventas totales al exterior.