Después de un aumento del 35% en el precio de la hacienda en el Mercado de Cañuelas, que ya se trasladó a las carnicerías con un incremento de entre 20% y 30% en los precios de la carne al público, el Gobierno lanzó un plan para ampliar la oferta en el mercado interno, evitar la evasión de impuestos y ofrecer un reintegro en las compras con tarjeta de débito, que será del 10% con un tope de $ 100 de devolución automática por $ 1000 de compra.
Con medidas que saldrán de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y la Secretaría de Comercio, el Gobierno instrumentará desde esta semana un descuento para los carniceros del 90% de la cuota de autónomos si adhieren a este régimen; es decir, pagarán a AFIP solo el 10% de la facturación correspondiente por cada categoría.
También dispondrán del posnet para pasar las tarjetas de débito. Aguas arriba de la cadena, tendrán la posibilidad de descontar del Impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales el 5% de la factura de compra al frigorífico, que podrán usar como crédito fiscal.
Además, el Gobierno analiza pagar el 50% de los alimentos de las vacas destinadas a engorde en feed lot, con un límite de entre 70 y 100 cabezas de ganado por productor, para acelerar la oferta en el mercado interno.
EXPORTACIONES, EVASIÓN DE IMPUESTOS E INFLACIÓN
En los despachos oficiales calculan que el 90% de las ventas de las carnicerías están "en negro" (no declaradas al Estado) y prometen un tratamiento diferenciado a los frigoríficos que utilizaron la subfacturación de exportaciones para ingresar menor cantidad de dólares a la Argentina.
Pese a que las exportaciones de 7 cortes (asado, tapa de asado, vacío, nalga, matambre, paleta y falda) siguen prohibidas hasta fin de año, el precio de la carne trepó otra vez entre fines de enero y el inicio de febrero.
Por cada 10% de aumento, la carne suma 0,6% al índice de inflación, calculó Sebastián Menescaldi, economista jefe de la consultora EcoGo.
Por Santiago Spaltro