El foco principal de la conferencia se centró en la importancia de mejorar las prácticas de fertilización para optimizar el rendimiento de los cultivos.
Martín Díaz Zorita, Profesor de Producción de Cereales y Oleaginosas en la Universidad Nacional de La Pampa, destacó que ajustar con precisión tanto la cantidad de fertilizante como el momento de aplicación de los nutrientes es fundamental para lograr un aumento significativo en la productividad agrícola, que podría llegar hasta un 20%.
Uno de los aspectos preocupantes que se abordó durante el evento fue la baja tasa de fertilización en la siembra de soja en Argentina, donde solo el 44% del área sembrada recibe fertilización. La cantidad promedio de fertilizante aplicada es de 63 kilogramos por hectárea, y el 92% de estos fertilizantes son fosfatados, con un 6% que contiene azufre. Además, se señaló que aproximadamente el 80% de los campos se someten a procesos de inoculación. La deficiencia de nitrógeno y azufre en los suelos argentinos se refleja en mapas específicos.
Otro problema identificado es la falta de muestreo de suelos, ya que solo el 10% de los suelos agrícolas se analizan de manera regular, lo que representa un paso crucial para alcanzar rendimientos sostenibles y elevados.
En relación con la importación de fertilizantes, Roberto Rotondaro, presidente de Fertilizar Asociación Civil, subrayó la importancia de tener reglas claras y asegurar la disponibilidad de permisos regulares para importar fertilizantes, especialmente los fosfatados y nitrogenados, que son esenciales para los cultivos, como el maíz. Argentina depende en parte de productos importados para satisfacer la demanda de fertilización.
Fernanda González Sanjuan, directora ejecutiva de la Asociación, proporcionó datos relevantes sobre el estado de la industria de fertilizantes en Argentina. Hasta septiembre de 2023, se despacharon 2.947 toneladas de fertilizantes, lo que representa una disminución del 5.6% en comparación con el mismo período de 2022 y un 25.3% menos que en 2021.
Aunque se reconoció que existe un retraso del 20% en las importaciones de fertilizantes en comparación con el año anterior, se aseguró que no se prevén problemas de suministro para la soja hasta fin de año debido a la disponibilidad de productos fabricados localmente. Además, se están llevando a cabo negociaciones con el Gobierno para garantizar el abastecimiento en los primeros meses de 2024, especialmente de fertilizantes fosfatados y nitrogenados, que son fundamentales para el cultivo de maíz en Argentina. La industria de fertilizantes se encuentra en un momento crucial, y la cooperación entre el sector público y privado es esencial para garantizar la disponibilidad de estos insumos esenciales para la agricultura.