Según el equipo técnico de la Bolsa, la producción total de granos, que incluye soja, maíz, trigo, girasol, sorgo y cebada, podría alcanzar los 143 millones de toneladas si se mantuvieran condiciones climáticas normales. Este escenario "base" contempla una expansión en el área sembrada de soja a 17,7 millones de hectáreas, ganando terreno principalmente sobre el maíz, cuya siembra ha sido afectada por la plaga de la chicharrita y otros problemas recientes. La intención de siembra de maíz, que el año pasado fue de 10 millones de hectáreas, ha caído a casi 8 millones para esta campaña.
Sin embargo, ante la escasez de reservas hídricas y las problemáticas derivadas de esta situación, la Bolsa también ha propuesto un segundo escenario. En caso de que los problemas climáticos persistan, la producción total caería a 128 millones de toneladas, una reducción significativa respecto a las estimaciones iniciales. A pesar de que aún es temprano para hacer proyecciones definitivas, ya que el trigo recién está implantado y el maíz y la soja están comenzando a sembrarse, la situación climática será determinante para el desarrollo de la campaña.
En términos de exportaciones, Calzada destacó que Argentina podría colocar alrededor de 101 millones de toneladas en el mercado internacional, incluyendo granos, harinas y aceites. Esto generaría ingresos por aproximadamente 35.500 millones de dólares, una cifra clave para la planificación de los actores del sector, desde corredores y acopiadores hasta exportadores y productores.
Con estas primeras proyecciones, la Bolsa de Comercio de Rosario brinda una hoja de ruta crucial para el desarrollo de la campaña agrícola 2024/25, aunque la incertidumbre climática sigue siendo un factor de alto impacto en las expectativas productivas del país.