El Instituto Nacional de Carnes (INAC) divulgó los datos de consumo de carnes en Uruguay, relevantes para los actores del agro negocio cárnico (bovino, ovino, aviar, porcino). Los datos muestran cambios significativos en los últimos años. Son consecuencia -por un lado- de los problemas que trajo la pandemia (con caída en el ingreso real de los hogares) y -por otro- del histórico aumento en los precios de exportación de la carne vacuna.
Tal como se ve en la gráfica adjunta, el consumo per cápita de carne vacuna cayó 14% entre 2016 y 2021, pasando de 53 a 46 kilos por año, mientras el de carne aviar y porcina subió 20%. De tal manera que la diferencia entre el consumo de carne vacuna respecto al de carne aviar y porcina (sumadas) se redujo de 18 a apenas 3 kilos a favor de la vacuna. Y hay buenas razones para pensar que este año se consumirá más carne aviar y porcina que vacuna, atendiendo las tendencias en los precios del consumo.
En efecto, el precio de la carne aviar no solamente es menor a la carne vacuna promedio, en términos absolutos, sino que ha subido menos. Algo similar sucede con la carne porcina, que en su mayoría es importada. Estas tendencias de precio responden en buena medida a la notable circunstancia en el mercado internacional de carne vacuna, donde la demanda está superando a la oferta y -por tanto- el precio se afirma de manera contundente. Los recientes vaivenes en China (con bajas en los precios por los problemas causados por las cuarentenas para contener el Covid), son importantes pero no cambian la tendencia general de firmeza.
Como lo hemos comentado, al consumo en Uruguay esto lo altera significativamente. En nuestro país la carne vacuna es el alimento más popular, de consumo recurrente en diversas modalidades (horno, olla, carne picada o la tradicional parrilla). Contrariamente, en los mercados globales el consumo de carne de res está enfocado en los estratos de altos ingresos, asociado también a restaurantes y centros turísticos. Como Uruguay no restringe el comercio de carne vacuna, el mercado arbitra y el precio local subió de manera muy fuerte, con el consecuente descenso en el consumo.