El mercado internacional está siguiendo de cerca la rápida siembra de maíz y soja en Estados Unidos, a pesar de que la calidad de los cultivos ha disminuido debido al calor y la sequía. Se espera que las condiciones climáticas mejoren. Sin embargo, la competencia de Brasil en las exportaciones de soja y ahora también de maíz ha llevado a una reducción en las proyecciones de ventas al exterior de Estados Unidos y ha provocado un aumento en las reservas.
En el mercado local, la comercialización de la soja se ha detenido después del cierre del dólar soja, y con una cosecha que ha sido casi un 60% más baja de lo esperado inicialmente. Ahora se espera que la venta de maíz avance, mientras que la venta de la oleaginosa se encuentra paralizada.
Existe la posibilidad de implementar un nuevo tipo de cambio agrícola en este contexto, aunque se considera difícil para la soja, ya que la comercialización está por encima del promedio. Sin embargo, sería más efectivo para el maíz, que ha tenido ventas muy retrasadas. Aunque el volumen operado podría ser importante, el valor del maíz es la mitad que el de la soja, lo que podría resultar en una recaudación adicional de aproximadamente 2.000 millones de dólares.
En cuanto al impacto en el consumo interno, el precio de la carne de vaca, cerdo, pollo, huevos y leche está estrechamente relacionado con el precio del maíz.
En resumen, se recomienda esperar a un mercado climático favorable para avanzar en las ventas, aprovechando los precios actuales.